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Año y medio buscando justicia: madre exige saber causa de muerte de su hijo en Hospital de Quilpué

“Mi hijo no aguantó más y cerró sus ojos para siempre, ahí corrieron todos para llegar a una sala de reanimación y era tarde, mi hijo estaba muerto”. Esas son las palabras de la madre de Luis Felipe Cortés Olivares, un joven de 20 años que en 2018 murió por razones poco claras en el Hospital de Quilpué. A más de un año y medio de la muerte, su madre continúa exigiendo saber qué ocurrió.

El joven padecía una enfermedad llamada neurofibromatosis, la cual produce, entre otras cosas, tumores en el sistema nervioso -neurofibromas-, ocasionando hidrocefalia, epilepsia y alteraciones visuales.

No obstante, Lorena Olivares, su madre, aseguró Luis no sufría una crisis de epilepsia hace más de 10 años, ya que siempre estaban sus síntomas controlados con medicamentos.

Pero luego de una descompensación, y tras ser trasladado al Hospital de Quilpué, su madre contó a BioBioChile que Luis Felipe murió sin ser atendido, pese a que estuvo 10 horas en el recinto.Incluso, según dijo, nunca tuvo una respuesta clara sobre la causa de muerte, lo que le ha impedido vivir un duelo apropiado.

Los acontecimientos

El 1 de junio de 2018 Lorena se fue al trabajo y durante la jornada la llamó su hija -quien se había quedado en casa con él- para decirle que su hermano no se encontraba bien. De regreso, pudo comprobar que Luis estaba decaído.

En ese instante, según cuenta la mujer, llamaron dos veces a la ambulancia y mientras esperaban, le tomó los síntomas, chequeando que tenía la presión baja y taquicardia. Cuando llegaron los paramédicos, Luis Felipe mantenía los mismos signos, por lo que fue trasladado al Hospital de Quilpué.

“Pensando yo que lo iban a pasar a un box, en las condiciones que iba, lo bajan y lo dejan en un pasillo, mi hijo ahí estuvo durante 10 horas“, dijo su madre, afirmando que constantemente solicitó ayuda a las enfermeras, quienes le indicaban que el médico estaba ocupado, incluso tras los cambios de turno.

“Nunca me pescaron, me dijeron que el médico no estaba, que el médico de turno estaba ocupado, mientras adentro estaban riéndose, jugando con el celular y uno ahí esperando, hasta que mi hijo no aguantó más y cerró sus ojos para siempre”, agregó.

Ahí corrieron todos para llegar a una sala de reanimación y era tarde, mi hijo estaba muerto.
– Lorena Olivares, madre de Luis Felipe

Justicia

Lorena contó que después de un año y medio no ha recibido respuestas claras sobre la causa de muerte de su hijo y que sólo hace algunos meses conoció el informe de la autopsia.

“Después de un año de tanto catetear me dieron la ficha de la autopsia para que diga ‘muerte inesperada, muerte en estudio’, es una burla”, relató.

Además, mencionó que la Municipalidad de Quilpué le contrató un abogado para seguir acciones legales contra el recinto hospitalario y que derivaron en una querella por negligencia médica.

Hoy, la madre de Luis trabaja con una nueva defensa, quien le ofreció su ayuda jurídica apenas se conoció el caso, el que le reveló que la causa estaba detenida desde diciembre de 2018. Por su parte, la asistente del abogado fue quien le mostró la ficha de la autopsia.

“Hay muchas cosas que no son, sale que Felipe ingresa a las 1:30 de la mañana, que es mentira, sale que Felipe ingresó por una gastroenteritis y eso es mentira”, expresó Lorena, añadiendo que el examen de sangre arroja morfina, lo cual también desmintió.

“Mi hijo nunca tomó morfina, a lo mejor estos tipos le inyectaron algo y se equivocaron, que no era para mi hijo, era para otra persona, ¿por qué se tardaron tanto en darme los resultados de la autopsia?, algo están escondiendo. Siempre dije, desde que mi hijo entro en camilla a ese maldito hospital, yo dije ‘a mi hijo me lo mataron’, y con más razón con lo que me dijo esta niña”, sentenció.

Respuesta del hospital

Desde el Hospital de Quilpué indicaron que hasta hoy existe una investigación sumaria en curso, la que fue instruida por el Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota y que “se encuentra en pleno proceso y por tanto se mantiene en carácter reservado”.

Respecto a los resultados del informe de la autopsia elaborado por el Servicio Médico Legal, sostuvieron que éstos “son coordinados de manera directa con la Fiscalía, debido a que este caso se encuentra judicializado”.

“No obstante, el Hospital de Quilpué informa que desde el mismo día del lamentable fallecimiento del paciente L.C.O., se inició una exhaustiva auditoría interna, además de la revisión y actualización de los protocolos de atención en la Unidad de Emergencia, independiente a los resultados en los que repare la investigación sumaria”, añadieron.

En tanto, a días de ocurridos los hechos, el recinto también se refirió a la situación explicando a Radio Bío Bío que el paciente fue ingresado el día viernes 1 de junio a la Unidad de Emergencias del hospital, presentando convulsiones, vómitos y taquicardia, producto de su patología.

Cuadro que fue descartado por Lorena Olivares, quien indicó que Luis Felipe no sufría convulsiones hace más de 10 años, y que sólo tenía taquicardia y baja presión cuando fue trasladado al hospital.

Además, en esa oportunidad, el recinto hospitalario informó que el paciente fue evaluado cerca de la medianoche con examen físico, de laboratorio y radiografías, que habrían salido con resultados normales. Sin embargo, falleció a las 8:00 horas del día siguiente según la ficha de atención.

El entonces director del Hospital de Quilpué, doctor Javier Pérez, reconoció que cuando el joven ingresó había muchos pacientes y algunos en sala de reanimación.

“En el momento en que acudió, nuestra Unidad de Emergencia se encontraba con bastantes pacientes, dentro de eso, dos pacientes en la Unidad de Reanimación. Dada la duda diagnóstica que se generó en ese momento, se dejó en observación. Lo que ocurrió hasta el fallecimiento es materia de investigación por parte del Servicio de Salud”, detalló.

 

Promesas

La poca transparencia que señala Lorena, no le ha permitido vivir con su vida en forma tranquila, quien además debe viajar todas las semanas a Santiago con su hijo Byron de 9 años, para someterse a una quimioterapia por un tumor cerebral que padece el pequeño.

Yo le prometí hacer justicia y no voy a descansar, no voy a bajar los brazos hasta que sepa la verdad, que ningún otro Luis Felipe pase lo mismo, ningún niño con discapacidad pase lo mismo.
– Lorena Olivares, madre de Luis Felipe

“Yo quiero saber la verdad, qué le pasó a mi hijo y decirle ‘hijo, cumplí con mi promesa y vuela alto’, y yo poder descansar y decir ‘cumplí’, pero todavía no he hecho nada y sé que le estoy fallando a mi hijo, no estoy cumpliendo la promesa que le prometí a él”, expresó Lorena.

biobibochile.cl

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