Científicos argentinos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) descubrieron hace unas semanas un nuevo tipo de arácnido denominado popularmente como “araña camello”, el cual describen como un ejemplar venenoso y que es capaz de comer carne humana.
El descubrimiento se realizó entre las provincias argentinas de Córdoba y Santiago del Estero, donde se utilizaron trampas recolectoras para atrapar a ejemplares de esta nueva especie, cuyo nombre es Gaucha ramirezi.
Desde el grupo indicaron al medio Infobae que esta nueva especie puede considerarse como un arácnido bastante peligroso, ya que tiene una mandíbula letal para sus presas y es venenoso. A eso se suma que posee un carácter agresivo.
Los investigadores detallaron que esta araña pertenece al grupo de los solífugos, una especie que suele ser confundida con alacranes o escorpiones.
Dentro de sus características más sorprendente se encuentra que posee poderosas piezas bucales con forma de pinzas, las cuales se denominan como “quelíceros”. Estos elementos las convierten en depredadores poderosos, ya que pueden comer incluso carne humana.
El tamaño de su cuerpo es de dos centímetros, aproximadamente, los cuales pueden llegar a cuarto con sus patas extendidas sobre la superficie.
El biólogo argentino Andrés Ojanguren-Affilastro, director de la investigación, indicó que la preservación de la Gaucha ramirezi va a depender demasiado del cuidado que se le de a su entorno, indicando que es poco probable que el ejemplar llegue a grandes ciudades.
“Es importante conocer la biodiversidad de nuestros países para saber cuál es nuestro patrimonio biológico y así poder preservarlo”, indicó al citado medio.
Por el momento también se estudia la relación que tiene esta especie con la Gaucha Santana, la cual fue descubierta en el sur de Brasil a fines de julio.
Cabe señalar que el nombre de esta araña tiene relación con el biólogo Martín Ramírez, quien dirigió la primer tesis doctoral respecto a esta nueva especie y actualmente cursa el posdoctorado en el Museo de Historia Natural de Nueva York, Estados Unidos.
Fuente: BioBioChile.cl