La historia de Lionheart (Corazón de León) es de esas historias que no deberían existir. Debido al abandono y descuido total de su dueño, el pequeño perro pasó dos años viviendo bajo una cama hasta que fue entregado al hospital veterinario Richmond SPCA, en Virginia (Estados Unidos).
Según explicó la institución, se trataba de una de los casos de cuidado negligente más impactante que habían visto.
El animal de siete años, llegó al lugar cubierto de matas de pelo, heces y orina, que no lo dejaban comer, beber o caminar propiamente. Su estado era muy grave y estaba al borde de la muerte, pero los profesionales consiguieron darle otra oportunidad.
Apenas ingresó al lugar, lo primero que se hizo fue cortarle el pelo para permitir que tuviese mayor movilidad y pudiese alimentarse correctamente. Dicha tarea tardó más de tres horas, hasta que finalmente el animal quedó libre para poder ser aseado y atendido.
“Después de que Lionheart fue afeitado y cortado de uñas, evaluamos el daño que años de negligencia le habían causado. Cuidamos las llagas en su piel, le realizamos un tratamiento dental para aliviarlo de una enfermedad periodontal terrible y no tratada, lo esterilizamos y lo tratamos por parásitos internos”, dijo Susan M. Markel, una de sus veterinarias, en un comunicado.
El equipo también lo ayudó a levantar su espiritu, ya que según explicaron, llegó con una mirada muy triste y desesperanzada. En el centro se preocuparon de jugar con él y lo cuidaron a tal punto que volvió mostrarte feliz y energético.
“Aliviado del peso y la incomodidad de su pelaje enmarañado, Lionheart comenzó a mostrar su adorable personalidad”, añadió Markel.
Una vez recuperado, el hospital consiguió un nuevo hogar donde no podría ser más feliz y saludable.
