El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, se reunió este jueves con su homólogo chino Wang Yi en Bangkok, donde intenta desplegar la estrategia de la administración Trump para contrarrestar la influencia de China en Asia.
La desnuclearización de Corea del Norte es otro de los ejes de estos encuentros que se extenderán hasta el viernes en la capital tailandesa, donde se celebran reuniones ministeriales de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
La bilateral con el ministro chino de Relaciones Exteriores tuvo lugar en medio de la tensa confrontación entre las dos grandes potencias rivales, que va más mucho más allá de la pulseada comercial, cuya última ronda de discusiones el miércoles terminó sin avance real.
Sin embargo, los dos hombres simularon en público querer apaciguar las tensiones, congratulándose mutuamente de un intercambio “profundo”.
“Cuando sirve a los intereses estadounidenses, estamos listos para cooperar con China”, tuiteó Mike Pompeo al final de la reunión.
Pompeo aseguró que Estados Unidos “nunca” pidió a los países del Sudeste Asiático “elegir” Washington y Pekín.
“Nuestros intereses convergen simplemente de manera natural con los suyos”, agregó a los diez miembros de la ASEAN (Indonesia, Malasia, Singapur, Tailandia, Filipinas, Brunei, Vietnam, Laos, Birmania y Camboya).
Mike Pompeo “dijo muy claramente que ni el presidente (Donald) Trump ni la administración estadounidense tenían la intención de contener el desarrollo de China”, declaró de su lado Wang Yi a periodistas.
La víspera, en un mensaje apenas velado a Estados Unidos, advirtió a “los países que no pertenecen a la región” de no sembrar “la desconfianza entre China y los miembros de la ASEAN”.
Advertencia sobre Hong Kong
Sin embargo, la delegación estadounidense tiene la intención de impulsar en Bangkok su estrategia por una región “nido-pacífica libre y abierta”.
Estados Unidos apunta contra las ambiciones militares chinas, especialmente en el Mar de China meridional, y los proyectos de infraestructura de Pekín, con los que sospecha busca ampliar su influencia en la región.
Por otra parte, Mike Pompeo intentó minimizar la idea de que un creciente número de países se vuelcan a China. “Tenemos enormes relacionales comerciales” con los miembros de la ASEAN, aseguró a los periodistas, entre ellos uno de la AFP en el avión que lo llevaba a Asia.
Pompeo tenía previsto además dirigir una advertencia al ministro chino por el tema de Hong Kong, que atraviesa la peor crisis de su historia reciente, con gigantescas manifestaciones prodemocracia contra el gobierno local apoyado por Pekín.
Los dos responsables no hicieron comentario público sobre esta cuestión tras su reunión bilateral.
“Se trata de ciudadanos de Hong Kong pidiendo a su gobierno que los escuche. Siempre está bien para todo gobierno escuchar a su pueblo”, había dicho Pompeo en vísperas de la reunión, juzgando “ridículas” las acusaciones de aquellos en China que ven la mano de Estados Unidos detrás de las manifestaciones.
Muestra de que Washington también espera aprovechar estas reuniones regionales para avanzar en la cuestión de Corea del Norte, el negociador de la administración Trump, Stephen Biegun, también está presente en Bangkok.
“Si los norcoreanos están allí, espero tener la oportunidad de reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores Ri Yong Ho. Sería genial”, dijo Pompeo.
Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un se encontraron tres veces, la última de ellas en un histórico encuentro a fines de junio en la Zona Desmilitarizada que divide la península coreana.
Sin embargo, no se fijo aún ninguna fecha para relanzar las discusiones por la cuestión nuclear.
Fuente: BioBioChile.cl