Desde que las mujeres comenzaron a alzar la voz ante las injusticias sociales, han salido a la luz miles de casos de acoso y abuso. Personas que, luego de meses e incluso años de haber sido vulneradas, decidieron expresar su malestar en los medios para que otras víctimas vean la importancia de denunciar estos hechos.
La normalización del acoso es un problema que está arraigado en nuestra cultura, así lo demuestra la segunda encuesta del Observatorio Contra el Acoso en Chile (OAC) realizada en 2015.
En la instancia se determinó que tres de cada cuatro personas han sufrido acoso sexual callejero en Chile. Es decir, un 75% de la población. En el caso de las mujeres, la cifra llega al 85% y de los hombres, al 55%.
Pero esta problemática existe desde hace muchos años y, en ocasiones, se invisibiliza el acoso y se romantiza la acción, como lo fue el caso del beso entre un marinero y una enfermera en 1945.
El beso por el fin de la Segunda Guerra Mundial
Era el 14 de Agosto de 1945, las calles de Estados Unidos estaban repletas de miles de ciudadanos celebrando la rendición de Japón y, de entre el tumulto jubiloso, se logró captar la imagen de un marinero y una enfermera besándose .
La foto, tomada por Alfred Eisenstaedt, es una de las más representativas del siglo XX. Su fama la llevó a cada rincón del mundo y donde se veía se entendía como un gesto cariñoso y de alivio tras una terrible guerra.
Sin embargo, esto dista bastante de la realidad, ya que el hombre, identificado como George Mendonsa, actuó de manera totalmente sorpresiva, tomando por la fuerza a la mujer entre sus brazos.
El relato de Greta Zimmer Friedman
Una de las grandes incógnitas del mundo fue saber quienes eran estos personajes de rostros cubiertos, ya que al menos 11 personas afirmaron ser el marino de la foto. Caso similar con la enfermera, por lo que no se sabía con exactitud quien era quien.
En 2005, Friedman decidió contar su historia en una entrevista para el Veterans History Project con Patricia Redmond como entrevistadora.
Durante la entrevista explicó que no fue hasta una década después, en 1960, que se reconoció en un libro del conocido fotógrafo. Y que inmediatamente le escribió a la revista Life -donde se publicó originalmente la imagen-, sin embargo, desde el medio le respondieron que ya habían identificado a la mujer.
Eisenstaedt se había reunido con Edith Shain, una profesora de preescolar de Beverly Hills, California, quien aseguraba ser la disputada enfermera.
No obstante, Friedman insistió en defender que era ella la mujer de la foto: “Es exactamente mi figura, la ropa que usé y, especialmente, mi peinado”.
Lo que más alarmó fue su percepción del beso, ya que explicó en la entrevista que el marino la tomó de imprevisto y la forzó a besarlo.
“Sentí que él era muy fuerte. Me apretaba mucho. No estoy segura del beso”, dijo.
“Era simplemente alguien celebrando. No fue un momento romántico”, añadió.
Antes de la foto
Nacida en Austria en 1924, Friedman con sólo 15 años tuvo que huir de su país en 1939 con sus tres hermanas tras la ocupación nazi. La mayor de ellas fue enviada a Palestina, mientras que Greta, junto a sus otras dos hermanas, emigró a Estados Unidos.
Sus padres Max e Ita nunca dejaron Europa y fallecieron durante el holocausto en un campo de concentración alemán.
El 14 de agosto de 1945 la encontró trabajando como asistente de un dentista en pleno centro de Nueva York, por eso llevaba su vestimenta de enfermera, según contó en 2005.
La muerte del marinero y la enfermera
George Mendonsa, el marinero, murió a los 95 años luego de sufrir una apoplejía tras caerse en el asilo en el que vivía en Middleton, Rhode Island, el 17 de febrero de 2019, según informó su hija Sharon Molleur al medio Providence Journal.
Mendonsa, al igual que su padre, antes de la guerra era pescador, por lo que sabía cómo manejar un bote y fue precisamente por esa razón que lo enlistaron en la Armada durante la Segunda Guerra Mundial.Allí logró maniobrar con éxito a su destructor llamado “The Sullivans” a través del Tifón Cobra.
Greta Zimmer murió a los 92 años de una neumonía el 8 de septiembre de 2016, el hecho fue anunciado por su hijo Joshua Friedman al New York Times.
Tras la foto del beso, se casó en 1956 con el Dr. Mischa E. Friedman,científico del ejército de EE.UU., con quien tuvo dos hijos.
Se dedicó a estudiar distintas artes, como la pintura al óleo, la escultura y la serigrafía. Además, por diez años hizo restauraciones de libros para Hood College, el mismo colegio donde estudió y se licenció.
El acoso en la actualidad
Hoy en día, contrario a la mentalidad de antaño, estas conductas son totalmente reprochadas por la sociedad. Y es que, aunque esta realidad siempre ha existido, el acoso pareciese estar en aumento. Sin embargo, lo que cambió en la sociedad es la cantidad de personas dispuestas a exponer estos casos que antes eran justificados y en los que, en ocasiones, la víctima se convertía en objeto de críticas.
Una gran cantidad de casos se han expuesto durante los últimos años, y Chile no se ha visto ajeno a esto.
En 2018 se acusó a Nicolás López, director de las películas Sin Filtro y Qué pena tu vida, de haber manoseado y abusado sexualmente de las actrices que participaron en sus metrajes.
Un total de ocho mujeres fueron las que testificaron en contra de López, la mayoría actrices que trabajaron con él en distintos proyectos cinematográficos y televisivos.
“Tú y yo vamos a terminar tirando(sic)”, “chúpame el pico (sic)” y “la culeable de turno (sic)”, son algunas de las frases que López emitía en privado a las mujeres que acudían a su productora para ser parte de algún proyecto.
Actualmente el director solicitó una defensa para que se aclaren los cargos por los que se le está imputando. A esto, el Poder Judicial acogió la petición del cineasta y lo citó para el 15 de marzo de 2019 a una audiencia de control judicial anterior a su formalización.
Por otro lado, un incómodo episodio vivió la cantante chilena de 22 años, Camila Gallardo, mientras se presentaba en la comuna de Puerto Varas.
En el video difundido por redes sociales, se puede ver como el alcalde, Ramón Bahamonde, se acerca a la artista en el escenario tras su show e intenta besarla en la boca ante la evidente molestia de la artista.
Tras el hecho, la cantante emitió un comunicado en su cuenta de Twitter, donde comenzó diciendo que “no son tiempos fáciles para nosotras las mujeres”.
Además, acusó que la autoridad comunal también se comportó de manera inapropiada con ella en su camarín, donde habría entrado ebrio, tomándola por la cintura y la cara.
En un comienzo Gallardo indicó haber bajado el perfil a la situación ya que no quiso hablar del tema, pero luego se dio cuenta que era importante alzar la voz.
“Creo que tengo una responsabilidad, que hay muchas niñas que me están mirando y el hecho de que yo guarde silencio también dice algo”, expresó. “Siento la responsabilidad de decir la verdad”, añadió Camila.
Ante dicho escenario, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá, entregó su apoyo a la cantante y emplazó a Bahamondes a darle a la afectada unas sinceras disculpas. “Es una mujer que estaba trabajando, que tenía una dependencia con la Municipalidad: esa situación incluso le pone un elemento adicional”, afirmó la secretaria de Estado.
Sin embargo, lejos de tomar esa recomendación, el alcalde negó toda acusación: “Yo no he cometido ningún error. Yo no le he faltado el respeto”, remarcó.
Incluso fue más allá: “¿Por qué debo pedir disculpas? Ella debe pedirme disculpas a mí porque malinterpretó un gesto”, dijo al matinal Muy Buenos Días de TVN.
Las víctimas de acoso
La psicóloga clínica, Clondanella Burotto, explicó a BioBioChile que el acoso es cualquier conducta que ejerce una persona sobre otra y que le genere malestar. Es de apreciación personal, lo que significa que una broma o chiste desubicado puede o no ser acoso y esto depende de cómo la persona que recibe el mensaje lo sienta.
Por otro lado, una de las principales críticas a las víctimas por parte de la sociedad es cuestionarlas por haber guardado silencio.
“Esto tiene que ver con la cultura, porque en esta sociedad donde vivimos, que es tan machista, hay muchas conductas de acoso que están normalizadas, entonces las mujeres dejan pasar esto y aceptan ciertas situaciones que están tipificadas como acoso”, explicó la psicóloga.
“Es común escuchar o leer además que personas le bajan el perfil a una situación con comentarios como “eso no tiene nada que ver”, “eres exagerada”, tratando de invisibilizar la situación. En la parte psicológica o de salud mental, todos los acosos generan problemas, ya sea en lo laboral o en otras situaciones”, añadió.
La profesional explica que, muchas veces, el acosador tiende a buscar una posición de superioridad ante la víctima, ya sea entre familiares como un tío y una sobrina; en el trabajo como un jefe y una empleada; en el universidad un profesor y una estudiante.
Ese es su objetivo, ser superior en algún ámbito, para facilitar el sometimiento de la otra persona y, a largo plazo, conseguir favores sexuales en muchos casos.
Por otro lado hay jefes o jefas que con esto buscan humillar e intimidar al otro para demostrar su posición en la jerarquía.
Entonces las personas acosadas tienden a guardar silencio porque generan una inseguridad en sí mismas que no les permite hablar del tema.
“La persona comienza a presentar autoestima baja y en algunos casos hasta depresión, lo que genera que la persona acosada no tenga ánimo de contar lo que sucedió”, afirma la profesional.
Como señalamos anteriormente en el caso de Camila Gallardo, Burotto comenta que “ella se sintió acosada, se sintió mal y se puede notar en el video. Pero los comentarios de la gente intentaron invisibilizar su pesar”.
“Entonces, las consecuencias psicológicas del acoso, contribuyen a que la persona no acuse y omita haberse sentido vulnerada. En este caso en particular, la diferencia es que Camila se sintió apoyada por otras personas, eso la ayudó a exponer la sensación extraña que vivió”, aclara Burotto.
La profesional aconseja, en primer lugar: “Confiar en la intuición que tiene cada uno, cuando tu sientes que algo no te parece y te hace sentir mal, eso significa que está mal, no normalicen el acto”.
“En segundo lugar, pedir ayuda a un amigo o familiar de confianza, la idea es no quedarte solo o sola en esta situación ya que, como dije anteriormente, esto solo hará más fácil el labor del acosador”.
“Y en tercer lugar, buscar asesoría legal y psicológica, porque muchas veces el acosado pasa bastante tiempo sufriendo este tipo de situaciones, lo que hace que al momento de hablar o denunciar, le cueste exponer el problema. Y esto pasa ya a dañar su salud emocional”, explica la psicóloga.
Fuente: Biobiochile.cl