El lunes, un juez panameño envió a juicio al expresidente Ricardo Martinelli, quien enfrenta una petición de 21 años de cárcel por presuntamente espiar a unos 150 opositores durante su gobierno, entre 2009 y 2014.
“Habiéndose demostrado las razones en derecho (…) que la Corte Suprema de Justicia, el pleno, y este magistrado de garantías son los competentes para conocer este proceso, procedo a dictar el auto de apertura a juicio” contra Martinelli, dijo el juez de garantías Jerónimo Mejía.
La decisión fue tomada tras una audiencia en el máximo tribunal de este país centroamericano.
El exgobernante, presente en la audiencia, es investigado por la Corte Suprema, y no por la justicia ordinaria, por su condición de diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen).
El juicio oral está fijado para el 11 de diciembre, aunque el pleno de la Corte debe decidir si mantiene la fecha o no.
“Mejía se pasa por los huevos la Corte Suprema de Justicia”, vociferó Martinelli, acostumbrado a dar arengas y discursos altisonantes a la entrada o a la salida de las audiencias.
“Me han violado todos mis derechos, soy inocente y lo voy a probar”, añadió el exmandatario.
Martinelli, de 66 años, está acusado de espiar a políticos, sindicalistas, periodistas, empresarios y otros ciudadanos opositores a su gobierno, al que acusaban de ser una “dictadura civil”.
21 años de cárcel
El fiscal de la causa, Harry Díaz, ha pedido 21 años de cárcel contra Martinelli: cuatro por interceptación de telecomunicaciones sin autorización judicial; cuatro por seguimiento, persecución y vigilancia; diez por peculado y malversación; y tres por agravante.
La violación de la intimidad se habría dado a través de la interceptación de correos electrónicos, llamadas de teléfono, tarjetas de memoria, agendas telefónicas, audios y grabaciones de conversaciones privadas.
El envío a juicio se produce días después de que dos de sus hijos fueran detenidos en Miami por problemas migratorios, Ricardo y Luis Enrique.
Además, ambos son acusados de cobrar sobornos de la empresa brasileña Odebrecht y tenían alerta roja de Interpol.
Martinelli fue extraditado a Panamá el 11 de junio desde Estados Unidos, donde estuvo encarcelado un año en una prisión federal de Miami, donde residía desde 2015 para eludir la justicia panameña.
Futuro incierto
Pese al llamamiento a juicio, el pleno de la Corte debe decidir aún si es el órgano competente para juzgar a Martinelli, ya que el expresidente renunció al Parlacen durante el proceso.
Abogados y analistas coinciden en que Martinelli tendría más opciones de salir bien librado en un juzgado ordinario, en un país con una alta percepción de corrupción en la justicia.
“Si la Corte es competente para juzgar yo pienso que la situación pudiera ser muy complicada para el señor Martinelli porque no le ha ido muy bien en la Corte”, dijo a la Agencia France-Presse (AFP) el abogado Ernesto Cedeño.
Pero si el caso fuera a la justicia ordinaria, el exmandatario “podría tener otro tipo de futuro procesal”, añadió.
“En la Corte o en un tribunal inferior, para nosotros no hay ningún problema. Yo confío en que las pruebas son tan contundentes que aquí no puede haber ningún tribunal que diga que las escuchas telefónicas no se dieron”, dijo a AFP Balbina Herrera, una de las querellantes.
Los abogados de Martinelli han pedido en varias ocasiones prisión domiciliaria por problemas cardíacos e hipertensión, pero todas las peticiones fueron rechazadas.
Multimillonario empresario de supermercados, accedió al poder con el 60% de los votos y un discurso contra la corrupción.
Sin embargo, tras su paso por el gobierno, acumula una veintena de investigaciones en la Corte por diferentes escándalos durante su administración. Una docena de sus ministros han estado detenidos.
Pese a las acusaciones, dice ser un “perseguido político” del actual mandatario y exaliado suyo, Juan Carlos Varela.
Fuente: BioBioChile