Es la primera vez desde 1986: el jefe del gobierno español Pedro Sánchez llega este jueves a Cuba para una visita oficial de dos días, marcada por la voluntad de reforzar los lazos diplomáticos y económicos con la isla.
Esperado en la tarde en La Habana, el líder socialista rendirá homenaje a José Martí, héroe de la independencia cubana en la Plaza de la Revolución, antes de reunirse con el presidente Miguel Díaz-Canel, en el poder -como él- desde hace menos de un año.
¿Su misión? “Normalizar, estabilizar y profundizar las relaciones entre España y Cuba”, según una fuente gubernamental de Madrid.
Última colonia en independizarse de la corona española en 1898, ambos países han tenido relaciones diplomáticas fluidas desde 1902, pero se han mostrado sus colmillos sobre todo con las últimas administraciones del Partido Popular (PP).
Fueron particularmente tensas tras la adopción en 1996 de la “Posición Común” europea -que condicionaba el diálogo con La Habana al progreso en materia de derechos humanos-, impulsada por el entonces jefe del gobierno español, José María Aznar.
La visita de Sánchez “es el reconocimiento del fracaso, por parte de España, de su hostil política” contra Cuba, dijo el miércoles al diario Granma el secretario general del Partido Comunista de España, Enrique Santiago, quien viajó a La Habana unos días antes.
Madrid quiere ahora aprovechar el ambiente distendido generado por el diálogo político entre la Unión Europea (UE) y Cuba, que entró en vigor en noviembre de 2017.
La UE, que mantiene una política intransigente con las libertades políticas y los derechos humanos, busca sin embargo fortalecer sus lazos con la isla y llenar el vacío que dejó Estados Unidos tras el retroceso que imprimió Donald Trump al deshielo iniciado por su predecesor, Barack Obama, en 2015.
Y Cuba también quiere acercarse políticamente a España, dijo el miércoles el diario estatal Juventud Rebelde.
Si su visita marcha bien, Sánchez podría anunciar otra visita histórica: la del rey Felipe VI en noviembre de 2019, con motivo de los 500 años de La Habana, dijo una fuente diplomática.
Sed de inversiones extranjeras
España ve igualmente en Cuba una buena oportunidad económica cuando la isla apruebe, en febrero, una nueva Constitución que reconoce el importante rol de la inversión extranjera.
Tercer socio comercial después de China y Venezuela, con intercambios por 1.300 millones de dólares en 2017, España se aproxima poco a poco a la segunda plaza. Ya 300 empresas españolas tienen negocios medianos y pequeños en Cuba, fundamentalmente en el aérea del turismo.
La jornada del viernes estará principalmente consagrada a un foro bilateral con 200 empresarios españoles, entre ellos el gigante de telecomunicaciones Telefónica y la compañía aérea Iberia.
Cuba, por su parte, está sedienta de inversiones extranjeras: su crecimiento no sobrepasó el 1,1% en el primer semestre.
La isla sufre la debacle de Venezuela, su principal socio y suministrador de petróleo, y acaba de suspender su programa de envío de miles de médicos a Brasil, que le significa una pérdida de ingresos de 400 millones de dólares anuales, según una fuente diplomática.
“Eso que sucede con Brasil viene a agravar el panorama”, subrayó el economista Pavel Vidal.
Cuestiones espinosas deberán ser abordadas durante la visita: dos impagos de la deuda cubana con España y problemas que dificultan el trabajo de empresas españolas asentadas en Cuba.
Pero más difícil de saber es si Sánchez abordará un asunto, mas sensible aún: el de los derechos humanos.
Oficialmente ningún encuentro con la oposición está previsto en su programa de visita, aunque la organización disidente Damas de Blanco le solicitó una entrevista.
El Senado español adoptó una moción en la cual solicitan a Sánchez que reclame, durante su visita, la liberación de Eduardo Cardet, dirigente del Movimiento Cristiano Liberación, detenido desde 2016 y considerado “prisionero de conciencia” por Amnistía Internacional.
“Si el avión presidencial (de Sánchez) despega de esta isla sin que el mandatario haya escuchado otra versión de Cuba que la del Palacio de la Revolución, éste habrá sido un viaje inútil y parcial”, advirtió en el diario El País la cubana Yoani Sánchez, directora del medio digital opositor 14yMedio.
Fuente: BioBioChile