Por cerca de 2 horas y media declaró el exobispo de Osorno, Juan Barros, ante el fiscal jefe de Rancagua, Sergio Moya, en el marco de la investigación por abusos sexuales en la Iglesia Católica.
Tras ser consultado sobre su presunto rol como encubridor casos de abuso, el exobispo se limitó a responder que esperaba que todo se fuese aclarando “con el favor de Dios”. Asimismo, expresó que existe “mucho dolor”, tras ser consultado sobre las víctimas de abuso.
El exobispo, quien llegó la mañana de este miércoles junto a su abogado, Germán Ovalle, para declarar en calidad de imputado como presunto encubridor de casos de abusos sexuales que habría cometido el excapellán de la Fuerza Aérea de Chile, Pedro Quiroz.
En el tiempo en que ocurrieron los hechos, Barros se desempeñaba como prelado castrense.
Esta citación se enmarca en una ronda de interrogatorios que está realizando el Ministerio Público, incluyendo a las autoridades de la Iglesia como el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, el exobispo Fernando Duarte y el presidente de la Conferencia Episcopal, Santiago Silva.
Es la segunda vez que Barros declara por este caso, debido a la reorganización de las investigaciones, siendo la vez anterior en septiembre ante la Fiscalía Metropolitana Sur.
Tras la declaración, el fiscal jefe de alta complejidad, Sergio Moya, sostuvo que desde el punto de vista judicial, la causa sigue paralizada.
“Mientras la Corte de Apelaciones Rancagua no decida si la causa se queda acá o se va al 13° Juzgado de Garantía de Santiago, la causa sigue paralizada, por ello la fiscalía no puede hacer solicitudes de medidas como nuevos allanamientos”, explicó.
Expresó preocupación por la situación, porque ya se ha dilatado por más de 6 semanas.