Cientos de policías llegaron este jueves por la mañana al bosque de Hambach, en Alemania, para desalojar a ecologistas que viven en sus árboles desde hace seis años con el fin de impedir la expansión de una mina de carbón.
Decenas de ocupantes viven en este bosque desde 2012, en unas 60 casas de árbol, algunas construidas a 25 metros de altura.
Hasta ahora la presencia había sido tolerada, pero, el miércoles, el primer ministro de la región de Renania del Norte-Westfalia, Armin Lachet, dijo que se trataba de una “ocupación ilegal” y acusó a los activistas de ser violentos.
El miércoles, un policía disparó un tiro de advertencia en el bosque después de que “varias personas enmascaradas atacaron una vez más a la policía, lanzando piedras”, dijeron autoridades locales en un comunicado.
Según un periodista de la AFP, las autoridades desmantelaron las primeras barricadas en la mañana del jueves.
Los ocupantes intentan impedir que el bosque de Hambach -uno de los más antiguos de Alemania- sea demolido para la expansión de una mina de lignito, un tipo de carbón muy contaminante.
El conglomerado energético alemán RWE es propietario del bosque y está legalmente autorizado a talar los árboles para extender su mina.
Tiene planes de arrasar la mitad de las 200 hectáreas restantes a partir de mediados de octubre.
RWE dice que la expansión es necesaria para asegurar el suministro de energía en la región, pero los activistas se oponen al uso de este combustible barato pero muy contaminante.
Aunque Alemania ha invertido de forma masiva en la energía renovable para respetar sus compromisos internacionales, el país es aún muy dependiente del carbón para su producción de energía, como resultado de su decisión de eliminar la producción de energía nuclear para 2022.
En junio, el gobierno alemán admitió que no podrá cumplir el objetivo previamente fijado de reducir sus emisiones de dióxido de carbono en 2020.
Fuente: BioBioChil