Se trataba de un recinto de la Policía Federal que quedó abandonado en 2003 y era ocupado de hecho por sus habitantes.
El incendio y posterior derrumbe de un edificio de 24 pisos de metal y hormigón, en pleno centro de Sao Paulo, dejó una víctima fatal y cerca de 150 familias sin hogar.
Se trata de un hombre de unos 30 años, identificado como Ricardo, quien estaba siendo rescatado por bomberos cuando el edificio colapsó.
El coronel del cuerpo de bomberos de Sao Paulo, Max Mena, aseguró a El País que su cuerpo continúa siendo buscado entre los escombros. “Si en las próximas 48 horas no encontramos nada, entramos con máquinas a retirarlo todo”, planteó.
De acuerdo a los primeros antecedentes sobre el incendio, se ha revelado que el edificio fue inaugurado en 1966 en pleno centro de la ciudad durante pleno boom de la construcciones de mayor altura en la ciudad.
La policía baraja la hipótesis de que el fuego se inició con una explosión en una cocina del quinto piso. Sin embargo, aún no se explica el mal estado de la estructura.
El edificio fue sede de la Policía Federal entre 1980 y 2003. Ese año quedó vacío y comenzó a ser ocupado por familias de facto, siendo desalojados en varias oportunidades.
La última ocupación la realizó el Movimiento por la Vivienda Digna (MSLM, por sus siglas en portugués), que cobraba un precio simbólico entre 80 y 250 reales por departamento, equivalente a un valor entre 14 mil y 43 mil pesos chilenos.
El gobernador de Sao Paulo, Marcio Franca, calificó el hecho como “una tragedia anunciada” y señaló que se trata de “un edificio que no tenía las condiciones mínimas de habitabilidad. El Estado no debió haber permitido que estuviera ocupado”.
Se estima que hay entre 70 y 100 edificios ocupados en Sao Paulo, donde viven cerca de cuatro mil familias.