Un estudio desarrollado por la Universidad Brigham Young (Estados Unidos), reveló que el estrés afecta al organismo tanto como la dieta que la persona lleve consigo.
La investigación, que fue desarrollada con ratones de laboratorio, determinó que la flora intestinal (bacterias en el intestino) de hembras en situaciones estresantes cambia hasta parecerse a la de machos con problemas de obesidad.
Esta condición se debe a que las situaciones de tensión extrema hacen que el ser humano mantenga una actitud de ansiedad extrema y estén menos activos físicamente.
Según la investigación, no se puede determinar cuántos kilos puede subir una persona que está sometida a situaciones constantes de estrés, sin embargo, el efecto es similar al que tendría comer una hamburguesa con doble porción de queso o una barra grande de chocolate.
El dietista Fernando Fernández-Aranda, del Hospital de Bellvitge en Barcelona, explicó que, lamentablemente, los alimentos altos en calorías son los que entregan mayores sensaciones de placer al organismo en momentos de alta tensión.