Estrechó muchas manos, se sacó fotos y hasta repartió arroz: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó el martes Puerto Rico con la mira puesta en acallar las críticas por la demora en atender la crisis humanitaria en este territorio estadounidense arrasado por huracanes.
Pero lo que más llamó la atención de la visita de Trump a Puerto Rico, fueron los videos que se difundieron de su visita a Guaynabo, un sector acomodado de la isla, donde el presidente norteamericano lanzó rollos de papel a los damnificados, consigna el New York Times.
El mandatario recorrió con su esposa Melania esa zona de clase media y alta, menos devastada que el centro y sur del país, donde la gente clama desesperada por agua, alimentos y atención médica.
Casi dos semanas después de que el huracán María azotara Puerto Rico, sólo 6,89% de la isla tiene electricidad, 22,54% de las torres de telecomunicaciones funcionan, 24% de los vuelos comerciales operan, en tanto persisten los problemas de distribución de agua y gasolina en medio de enormes daños a la infraestructura.
Más de 9.000 personas aún viven en refugios, según cifras oficiales.
“La gente está muy preocupada, muy desesperanzada por la situación, porque luego de dos semanas no se ha visto mejoría alguna”, dijo a la Agence France-Presse, Mariana Nogales, presidente del Partido del Pueblo Trabajador (centroizquierda).
Trump alabó sin embargo a civiles y militares por sus esfuerzos de socorro y dijo que todos pueden sentirse “orgullosos” del trabajo realizado, minimizando el alcance de la tragedia frente a otros desastres.
“Cada muerte es un horror, pero si miramos una catástrofe real como Katrina y nos fijamos en los cientos y cientos de personas que murieron (en Nueva Orleans) y lo que pasó aquí con una tormenta que fue totalmente imponente… ¿Cuántos muertos tienen ustedes?” inquirió, para contestarse: “Dieciséis contra miles”. En ese momento, efectivamente la cifra oficial era de 16 víctimas mortales.
Pero más tarde, el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló, anunció que el número se había más que duplicado. “Esta mañana estábamos en 16; ahora hemos identificado a 34” muertos,dijo.
Entre las causas de deceso, explicó, hay ahogamientos, heridas por construcciones colapsadas y personas conectadas a respiradores que fallecieron al cortarse la energía de los equipos.
Costos reconstrucción
“Hemos salvado muchas vidas”, enfatizó Trump, aunque con cierto dejo de recriminación cuestionó el costo de la gestión de la crisis para Estados Unidos: “Odio decirlo, Puerto Rico, pero te estás llevando nuestro presupuesto fuera de control”.
Trump ya advirtió que se deberán tomar “grandes decisiones” sobre el costo de la reconstrucción en Puerto Rico, una excolonia española que desde 1952 es un Estado Libre Asociado de Estados Unidos y que en mayo se declaró en bancarrota, con una deuda pública de 73.000 millones de dólares.
Sus comentarios generaron rechazo en la oposición, donde el jefe de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, dijo no recordar que el presidente recriminara a Texas o a Florida por la ayuda requerida luego de los huracanes Harvey e Irma.
“Eso es lo que hacemos en Estados Unidos, cuando una parte del país tiene problemas, el resto se acerca y dice ‘Vamos a ayudarte””, declaró el legislador a periodistas.
Aunque los puertorriqueños son ciudadanos con pasaporte estadounidense, si viven en la isla sólo pueden votar en las primarias presidenciales. Si viven en el continente, pueden inscribirse para votar, incluso para presidente, en cualquier estado.