Una de las denunciantes de Jorge Valdivia, quien lo acusa de violación, utilizó Instagram para criticar a la Fiscalía y asegurar que hay más mujeres que imputan el mismo delito al exfutbolista. Incluso, una adolescente de 16 años.
La mujer, cuya identidad y cuenta no daremos a conocer para resguardar su identidad, ya había utilizado sus redes sociales para mostrar su parecer en esta causa.
La historia se remonta a la noche del 20 de octubre de 2024, donde la denunciante, quien ejerce como tatuadora, se juntó con Valdivia en un restaurante peruano.
Según su relato, luego se fueron al departamento de ella, donde habría cometido el delito. Ella acusa haber estado privada de sus sentidos luego de consumir pisco sour junto al exjugador.
Sin embargo, en Instagram dijo que también sospechaba de que Valdivia le suministró una droga de sumisión, pero que la Fiscalía hasta el día de hoy no le realiza un examen para confirmar esto.
Meses esperando examen
La mujer relató que el persecutor que lleva la indagatoria, Rodrigo Celis, le prometió realizarse un examen para detectar si ella fue drogada por el exfutbolista, lo que no ha ocurrido.
“Llevo meses esperando diligencias que no se hicieron, exámenes que se me prometieron y que no se cumplieron dentro del plazo necesario para lograr encontrar drogas de sumisión. (Sr. Fiscal, no olvide cumplir su palabra. Puedo refrescarle la memoria con una grabación suya prometiéndome exámenes y diligencias, para así compensar el error de arruinarme la vida debido a la filtración de mi denuncia con todos mis datos e información personal)”, declaró.
A su vez, dijo que “solo pudimos vernos las caras una vez durante todo este tiempo, ocasión en la que le expliqué detalladamente todos los errores que hubo en el levantamiento de cámaras, mi inquietud por la filtración de mi denuncia y el pronto aviso y acceso que tuvo J.V. (Jorge Valdivia) a esta… También me tomé el tiempo de explicarle qué eran las drogas de sumisión y qué es el GHB, también conocida en Europa como la droga de la violación”.
“Usted dijo no tener idea, a pesar de la existencia de un documento publicado por Fiscalía refiriéndose a esta droga en el 2007, y concluyendo en el mismo la falta de herramientas para poder encontrar rastros de sus componentes en las víctimas”, agregó.
Según la denunciante, ante la ausencia de dichas herramientas, el fiscal habría autorizado realizar un test externo en un plazo máximo de un mes, lo que hasta hoy no ocurre.
“Con el tiempo se me notificó que ya estaba aprobado el examen con dos laboratorios. Hasta la fecha, jamás me hicieron el examen (ya han pasado cinco meses)”.
Tres nuevas víctimas
A reglón seguido, indicó que dicho test tampoco se ha aplicado a las otras denunciantes, que son un total de cinco. Este antecedente se desconocía, ya que hasta ahora solo se sabía de dos denunciantes.
Una de ellas, dijo, solo tiene 16 años.
“Con esto también establezco que somos cinco víctimas, para dar cuenta de las niñas y mujeres que estamos a la espera de la justicia que se promete. ¿Y por qué no se está adjuntando el tercer caso que está bajo reserva? ¿Por qué llevan escondiendo tanto tiempo que hay dos niñas que sufrieron la misma situación? Una de ellas de tan solo 16 años y la otra de 19, con exactamente los mismos hechos”, explicó.
Por lo mismo, llamó a transparentar la investigación y que así Valdivia esté tras las rejas, ya que actualmente él se encuentra con arresto domiciliario nocturno.
“¿No cree usted que transparentar esto ante la sociedad chilena sería lo más sensato? ¿Para que se ordene la situación y quien hoy goza de su libertad esté tras las rejas? ¿En lugar de dejar todo como estaba y tener a cinco víctimas que se atrevieron a denunciar bajo la capa de lo indigno? ¿Y así, sin más, decidir no tomar acción para reparar el daño que se me hizo, y que aún continúa con el hostigamiento, incluso a mi familia?”, escribió.
Finalmente, le señaló al fiscal que su presunto actuar “solo ayuda a una parte, y es al acusado. ¿De qué parte está usted, Sr. Fiscal? ¿De la misma parte en la que estaba mi último abogado, que prefería no ayudarme para proteger a sus contactos? ¿A quién está cuidando usted esta vez, Sr. Fiscal?”.
Lee su declaración completa:
No acostumbro a ser una mujer que espere a que otro la salve. Y hoy en día, menos aún si se trata de creer en la justicia chilena.
Tener que quedarme de brazos cruzados esperando el accionar de la justicia es como tener una enfermedad terminal, donde todos te ponen paños fríos, pero acciones concretas de ayuda… ¡nada!
Merezco ser escuchada. Y ya que nunca logré una segunda reunión decente con el Sr. Fiscal a cargo de mi caso, uso mis propias herramientas para hacérselo saber.
Llevo meses esperando diligencias que no se hicieron, exámenes que se me prometieron y que no se cumplieron dentro del plazo necesario para lograr encontrar drogas de sumisión. (Sr. Fiscal, no olvide cumplir su palabra. Puedo refrescarle la memoria con una grabación suya prometiéndome exámenes y diligencias, para así compensar el error de arruinarme la vida debido a la filtración de mi denuncia con todos mis datos e información personal).
Solo pudimos vernos las caras una vez durante todo este tiempo, ocasión en la que le expliqué detalladamente todos los errores que hubo en el levantamiento de cámaras, mi inquietud por la filtración de mi denuncia y el pronto aviso y acceso que tuvo J.V. (Jorge Valdivia) a esta; ya que, aun estando en el Servicio Médico Legal siendo examinada, él me llamaba para saber por qué lo estaba denunciando (imagen adjunta a la carpeta investigativa).
También me tomé el tiempo de explicarle qué eran las drogas de sumisión y qué es el GHB, también conocida en Europa como la droga de la violación.
Usted dijo no tener idea, a pesar de la existencia de un documento publicado por Fiscalía refiriéndose a esta droga en el 2007, y concluyendo en el mismo la falta de herramientas para poder encontrar rastros de sus componentes en las víctimas. (Recuerdo haberle facilitado este paper para hacerle el trabajo más fácil y que me creyera).
Estaba la capitana de Labocar con nosotros en esa reunión, a quien le agradezco el contacto continuo que tuvimos y a quien pude informarle y entregarle también todo lo que había aprendido sobre el funcionamiento de esta droga, que he estudiado incansablemente.
Con ella pude confirmar que no contaban con la tecnología que necesitábamos para dar con el componente, pero que podíamos hacerlo a través de un laboratorio independiente. Esto fue propuesto y aceptado por usted, Sr. Fiscal. Me prometió hacerlo de forma externa, cumpliendo un plazo máximo de un mes, como compensación por la falta grave al no haberme protegido.
Con el tiempo se me notificó que ya estaba aprobado el examen con dos laboratorios. Hasta la fecha, jamás me hicieron el examen (ya han pasado cinco meses), ni a una sola de las cinco víctimas actuales.
Con esto también establezco que somos cinco víctimas, para dar cuenta de las niñas y mujeres que estamos a la espera de la justicia que se promete. ¿Y por qué no se está adjuntando el tercer caso que está bajo reserva? ¿Por qué llevan escondiendo tanto tiempo que hay dos niñas que sufrieron la misma situación? Una de ellas de tan solo 16 años y la otra de 19, con exactamente los mismos hechos.
No entraré en detalles debido a la reserva del caso, pero ¿no cree usted que transparentar esto ante la sociedad chilena sería lo más sensato? ¿Para que se ordene la situación y quien hoy goza de su libertad esté tras las rejas?
¿En lugar de dejar todo como estaba y tener a cinco víctimas que se atrevieron a denunciar bajo la capa de lo indigno? ¿Y así, sin más, decidir no tomar acción para reparar el daño que se me hizo, y que aún continúa con el hostigamiento, incluso a mi familia?
Que usted omita esta información solo ayuda a una parte, y es al acusado. ¿De qué parte está usted, Sr. Fiscal? ¿De la misma parte en la que estaba mi último abogado, que prefería no ayudarme para proteger a sus contactos? ¿A quién está cuidando usted esta vez, Sr. Fiscal?
Lamento tener que usar mis redes sociales para esto, pero si no me cuido yo, quién más lo hace por mí? Nuevamente, soy valiente incluso para destapar todo lo que sea necesario, y lo que eso me conlleve. Extraño mi libertad, y quiero que repongan la dignidad que no me han devuelto. Una persona como yo al perder esto, ya no tiene nada más que perder, así que si es necesario que siga exponiendo, lo haré sin miedo. Por donde más se pide ayuda y justicia en este país?
(Artículo 04 del Código Procesal Penal)