Un grave hecho de violencia tuvo lugar en la ruta que conecta El Valle con Los Loros, donde un grupo de individuos detuvo un bus de transporte público e intimidó a su conductor.
Un video difundido en redes sociales muestra el momento en que una mujer sube a la micro y golpea al conductor. El hecho ocurrió la tarde de este sábado entre las 15:30 y las 16:00 horas, en el sector de Los Loros, al interior de la comuna de Tierra Amarilla, mientras se desplazaban hacia Copiapó.
De acuerdo a lo relatado por uno de los pasajeros, la micro fue interceptada por otra unidad de transporte, bloqueando su paso. Posteriormente, subió una mujer acompañada por un grupo de individuos, con una actitud agresiva. La testigo relató que los sujetos comenzaron a amenazar y golpear al conductor con un palo, obligando a los pasajeros a descender para abordar otro bus.
“No pude entender con claridad cuál era el problema, ya que todo sucedió tan rápido que la situación se tornó confusa y difícil de asimilar en su totalidad.”
En un momento, uno de los agresores, habría amenazado al conductor con un arma blanca en el cuello. “Lo único que vi fue el nivel de violencia. Hicieron bajar a todos los pasajeros para que subieran al bus de ellas y, posteriormente, comenzaron a ponerle un cuchillo en el cuello a ese caballero. En ese momento, todos sentimos que la situación podía volverse aún más peligrosa. Nos hicieron bajar, pero mi pareja y yo no pudimos hacerlo porque le habíamos transferido el pasaje al caballero. Durante todo el camino, vivimos con el temor de que se nos cruzaran nuevamente, que hicieran una mala maniobra o que el conductor se descompensara. El miedo fue terrible; lloré todo el camino por el susto que nos causó la situación., comentó la testigo, quien prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
“Fue una situación completamente fuera de lo común. Llevamos meses utilizando este servicio y nunca habíamos visto un acto de violencia de tal magnitud”, agregó la pasajera.
Por último, la pasajera, indicó que “pensé que estábamos en serios problemas, incluso arriesgando la vida, porque podía causar un accidente con todas las personas que íbamos a bordo o que la situación escalara aún más, involucrando a algún pasajero. Nos acercamos a ella y le preguntamos qué estaba pasando, porque el nivel de violencia era algo que nunca habíamos visto. Fue un momento de temor, un temor real por nuestras vidas. Así me sentí”.