Ceremonia marca el inicio de una nueva etapa en el proceso educacional de estas estudiantes.
Los y las Técnicos de Nivel Superior en Educación Especial trabajan en forma colaborativa con el Educador Diferencial y otros profesionales del área, participando directamente de los procesos educativos con estudiantes que presentan necesidades educativas especiales, considerando las últimas tendencias en materia de inclusión y los lineamientos de las actuales políticas públicas. Este técnico colabora con el proceso de planificación y ejecución de experiencias de aprendizaje en las distintas áreas y contextos de la educación especial, favoreciendo el desarrollo integral de los y las estudiantes, mejorando sus niveles de autonomía e independencia, potenciando sus habilidades y capacidades y propiciando la participación de la familia y comunidad en los procesos formativos.
Respecto de la investidura, el Rector de Santo Tomás Copiapó, Rodrigo Rojas, comentó que “a través de esta ceremonia nosotros queremos, de manera simbólica, representar un punto de inflexión: las estudiantes han adquirido un conjunto de conocimientos y eso va a permitirles algo muy importante en su itinerario formativo, y eso es que de aquí en adelante estas estudiantes ya pueden salir a hacer prácticas intermedias en ambientes concretos. Antes estudiaron en el aula, en los talleres, en laboratorios, hicieron presentaciones, rindieron exámenes de evaluación, todo esto en el ambiente de nuestra casa de estudios, ahora y a partir de este momento, se certifica que ya están en condiciones de salir a hacer intervenciones de manera práctica en establecimientos educacionales”.
Por su parte, la jefa de carrera de Técnico en Educación Especial, Valentina De La Torre Garrido, manifestó que “en primer lugar, quiero felicitar a cada una de las estudiantes investidas por alcanzar este importante hito en su trayectoria académica. Su decisión de embarcarse en este camino no solo demuestra un gran compromiso con su propio futuro, sino que también la visión de transformar vidas a través de la educación especial. Es un compromiso que, sin duda, generará un impacto positivo en la sociedad y en la vida de quienes lo necesiten. La educación especial es una vocación, un arte y una ciencia”.
Por último, una de las estudiantes investidas, Marilyn Rosas, indicó que “tengo mucha emoción, esta es la mitad del camino en mi formación educacional y tener todo esto avanzado es bastante satisfactorio. Es muy emocionante ver a mi familia, ver a los profesores orgullosos de nosotras y de construir algo importante para los niños es muy emocionante para mí”.