Uno de los denunciantes del caso Karadima y fundador de la Fundación Para la Confianza, José Andrés Murillo, catalogó este acto como “inaceptable”, argumentando que de esta forma solo se minimiza a las víctimas.
Polémica causó el nuevo cargo que tendrá Manuel Saúl Zamorano, sacerdote franciscano condenado en 2020 a dos años de presidio por abuso sexual en contra de un sacristán.
Según publica El Mostrador, Zamorano fue nombrado archivero provincial de la orden Franciscana, encargado de la historia documental de la congregación.
Recordemos que su víctima, Franchesca Ainhoa Carrasco -una mujer transgénero- se manifestaba hace tres años afuera de la Iglesia de San Francisco protestando y pegando afiches con el rostro de Zamorano.
“En esta iglesia vive un cura abusador”, señalaban los carteles, de acuerdo a La Tercera.
Según los hechos que fueron acreditados por la justicia, Zamorano se aprovechaba de la “vulnerabilidad psíquica, social y económica” de la víctima para realizarle tocaciones de carácter sexual.
Sin embargo, hoy vuelve a tener cabida en la orden, con la misión del Archivo Histórico que conversa la herencia pastoral, histórica y cultural de la Iglesia de Santiago.
Uno de los denunciantes del caso Karadima y fundador de la Fundación Para la Confianza, José Andrés Murillo, catalogó este acto como “inaceptable”, argumentando que de esta forma solo se minimiza a las víctimas.
La víctima, que actualmente tiene 27 años, tras enterarse del nuevo cargo de Zamorano, interpuso una acción de indemnización de perjuicios de 200 millones de pesos por daños y perjuicios, contra del Arzobispado de Santiago, en calidad de Representante de la Santa Iglesia Católica.