Una emotiva despedida tuvieron dos trabajadores de la fundición y refinería de Potrerillos, quienes tras más de cuatro décadas de labores en el Taller 76 decidieron acogerse a retiro de Codelco Salvador.
Bucel Arriaga fue uno de los homenajeados. Es nacido y criado en Potrerillos. Es un amante del paisaje de casas y chimeneas enclavadas en las laderas de la cordillera de Atacama. Trabajó por más de 46 años en la empresa y tuvo que ser el encargado de cerrar su segundo hogar, como lo llamaba a su querido Taller 76, lugar en donde se realiza el mantenimiento de motores para la faena. “Aquí hice toda mi vida, nacieron mis hijas y formé a mi familia. Tengo por un lado la alegría y satisfacción del deber cumplido y por otro, la tristeza que después de tantos años, tener que dejar de trabajar”, señaló Bucel en su última jornada laboral.
Junto a él, también se encontraba Manuel Cartagena, compañero del mismo taller y amigo de Bucel. También trabajó por 42 años en Codelco Salvador y ahora inicia el merecido descanso, tras toda una vida entregada a la minería. “Aquí en el taller hemos hecho cosas maravillosas y para mí, ha sido un orgullo trabajar en Codelco, pues gracias a ello pude darles educación a mis dos hijos”, reflexiona Manuel Cartagena.
Ambos trabajadores se acogieron voluntariamente a un plan de egreso especial que está llevando adelante la estatal, y en su último día laboral, sus compañeros de trabajo les rindieron un merecido homenaje, entre abrazos y lágrimas de los presentes, al recordar anécdotas y las cualidades humanas de ambos, cerrando el encuentro con el túnel de la despedida, en donde sus colegas entregan el último adiós a los homenajeados entre los aplausos de los presentes.