Este 2 de septiembre se cumplen ya 10 años de uno de los hechos que más afectado a la sociedad chilena en el último tiempo: el accidente del CASA 212 en Juan Fernández. Aquello provocó la muerte de 21 personas, entre ellas tripulantes de la FACH, miembros del desafío Levantemos Chile y el matinal Buenos Días a Todos.
Precisamente aquel programa resultó muy afectado tras este hecho, luego de perder a cinco de sus miembros: Roberto Bruce Pruzzo, Sylvia Slier Muñoz, Carolina Gatica Aburto, Rodrigo Cabezón de Amesti y Felipe Camiroaga Fernández.
No cabe duda que aquel hecho cambió con completo la historia del matinal de Televisión Nacional de Chile, el cual tardó mucho tiempo antes que pudiera ponerse de pie y “volver a empezar”.
En este sentido, existen comunicadores chilenos que asumen que la televisión de nuestro país ha tenido un cambio importante con la partida de Felipe Camiroaga, asegurando que fue un visionario en varios aspectos que hoy vemos en pantalla.
En una entrevista dada a El Dímano en 2012, Eduardo Fuentes ya exponía respecto a la importancia que Camiroaga tuvo para el espacio matinal y muchos otros formatos.
“Me da la impresión que el segmento matinal ha sido el que más ha extrañado la figura de Felipe. El Buenos Días a Todos estaba hecho para él. Giraba en torno a sus atributos de cercanía y humor. Se dice que nadie es irremplazable, pero lo que él hizo por el matinal es insustituible”, sostuvo en años atrás.
“Además siento que nos hizo reflexionar sobre la importancia de establecer prioridades y vivir a tiempo. Vivir el ahora. Lo he escuchado de muchas personas del medio que decidieron re establecer sus prioridades”, agregó.
Cambios en la TV
No se necesita ser experto para darse cuenta que en los últimos 10 años la televisión en Chile sí ha tenido cambios, sobre todo en los espacios que más horas en vivo tienen a diario: los matinales.
Para analizar esto BioBioChile se contactó con dos periodistas y animadores que consolidaron sus carreras en los años posteriores a aquel accidente.
Gino Costa hoy en día es parte fundamental en Buenos Días a Todos, como presentador, notero y panelista del espacio, sin embargo, pocos recuerdan que él estuvo reporteando para Mega la tragedia en Juan Fernández, hace una década.
“Yo estuve en Juan Fernández en ese entonces. Fue un tiempo sumamente duro, recuerdo que dormíamos en carpas y existía mucha incertidumbre. Estaba la figura del animador más importante de la historia de la TV chilena, que aún no se encontraba su cuerpo, y personas que uno conocía, con las que convivimos incluso en sus casas”, recordó.
“Yo siempre he sido una persona que no está de acuerdo con eso que dicen que ‘en los trabajos hay que separar los sentimientos’, soy contrario a eso, porque no me sale y porque sí me afectan las cosas. Era súper fuerte reportear en ese momento, cuando estaban todos los ojos del país puestos allí”, complementó.
Costa se integró meses después del accidente a TVN, específicamente a Buenos Días a Todos. Desde ese momento, asegura, tuvo que inmiscuirse en el proceso de duelo que existía en el programa.
“Me recibieron con un amor infinito. Tengo grandes amigos del equipo que había en ese entonces y se mantiene hasta hoy. A mí me hicieron parte de todo este proceso que se estaba viviendo. Finalmente éramos como una súper familia, en la cual había muchos hermanos y había que integrarse a todo lo que había pasado antes”, sostuvo.
“Uno lo tomaba con harta responsabilidad y había una misión, de los más nuevos, de tratar de subir el ánimo y echar a andar nuevamente este motor en el que estábamos”, añadió.
Para el profesional, los cambios en aquel programa se fueron dando de forma natural, aunque con las dificultades propias de todo aquel que, de forma repentina, sufre una pérdida importante.
“Creo que se fue dando natural y no se forzó nada. El equipo lloró cuando tenía que llorar, los recordó cuando tenía que recordarlos. Siento que hubo un momento muy injusto, en que se cuestionaba mucho cuando se recordaba a los compañeros que murieron, era injusto porque esta es una familia y uno los recuerda cuando quiere, pero esa culpa nunca existió en el equipo”, señaló.
“Hubo hartas acciones, que la gente no tiene idea, que ocurrieron al interior del programa, que eran momentos súper importantes, porque seguíamos en la misma oficina que ellos ocupaban. Fue difícil, como todo proceso, y hasta el día de hoy se siguen recordando”, comentó.
En este sentido, Gino estima que sí han existido cambios en la forma de hacer televisión durante la última década, destacando dos factores.
“Creo que el hecho que se haya ido un ícono siempre va a generar una especie de terremoto en su ambiente, además cuando los talentos son únicos hay formatos que pasan a ser únicos. Creo que hay muchas cosas que se intentan hacer pero no está la persona idónea. Felipe era de esos talentos que nacen cada 100 años”, aseveró.
“Creo que los cambios en TV vienen de su partida, pero también de los cambios que han existido en el país. Siempre va de la mano que la TV la consumo la sociedad, entonces si esta cambia, la industria igual”, concluyó.
TV a la calle
Michael Roldán ingresó a La Red sólo dos meses antes de lo que ocurrió en Juan Fernández. En su caso, él debió reportear las reacciones ciudadanas en Santiago, cuando ya se sabía la noticia del deceso del equipo de Buenos Días a Todos.
“Fue bien caótico ese momento. Yo llevaba poco trabajando en la La Red, había entrado en julio de 2011 y esto fue en septiembre (…) Llamé al canal y me dijeron que íbamos a levantar un programa especial, así que tenía que ir esa noche”, contó.
“Me tocó reportear todo lo que tenía que ver con Camiroaga, desde que no se sabía qué le había pasado, las noticias, velorio en TVN y su familia. En ese tiempo estaba siempre en terreno y recuerdo que una señora me agarró de la mano casi diciéndome ‘no sabes lo sola que voy a quedar’. Era impactante la desesperación, y que muchas personas estaban comenzando a sentirse solas”, agregó.
En su análisis, Roldán reconoce en Camiroaga una especie de visionario en varias pautas que la TV sigue en la actualidad.
“Yo creo que Felipe fallece en una época en que la tele comienza a entrar en una especie de transición, es debatible si ésta se aceleró con la muerte de él o no (…) Camiroaga tuvo la astucia de saber leer muy bien lo que la TV quería en el momento que él estuvo presente”, indicó.
“Él no era solamente aquel personaje que se dedicaba a hacer humor o de esa tele que uno dice que es más ‘light’. Me puedo equivocar, pero creo que a nivel mediático fue el primer animador que se atrevió a tener opinión más allá de la liviandad que tenía que tener una animador. Hoy en día es mucho más normal que los conductores tengan opinión, pero hace 10 años no”, continuó.
“Supo leer muy bien los momentos, cuando había que ‘lesear’ él ‘leseaba’, pero fue el primero que dijo que no le acomodaba ser un gomero televisivo, que tenía que dar su opinión. Se enfrentó en ese entonces en vivo al exministro Rodrigo Hinzpeter, cuando ningún animador antes lo había hecho. Lo veo como una especie de bisagra, entregó mucho humor, pero también mutó a ser una animador muy ciudadano”, añadió.
Por último, el animador de La Red sostuvo una opinión bastante importante respecto a la trascendencia de Camiroaga, asegurando que él se habría adaptado perfectamente a los contenidos actuales, pasando por el denominado Estallido Social y la pandemia.
“El gran cambio de la TV fue que dejó de ‘mirarse el ombligo’ y mostrar a los animadores como seres perfectos. Y volcó esto a poner cámaras en la ciudadanía, poner micrófono a la gente, escuchar a los expertos pero también la voz de las personas comunes”, expresó.
“Yo creo que hoy en día Felipe Camiroaga sería una súper figura de la televisión, porque él tenía esa sensibilidad de escuchar a la gente cuando se tenía que escuchar a la gente y de hacer humor cuando había espacio para aquello”, concluyó.
Fuente: Biobio Chile.