Chile siempre ha sido un país abierto y acogedor con los migrantes que vienen a iniciar una nueva vida y aportar a nuestro desarrollo integral y diversidad cultural. No queremos que lleguen personas al servicio del crimen organizado o que no cumplen nuestras leyes.
El explosivo aumento registrado entre 2015 y 2017, cuando ingresaron en Chile (como falsos turistas) más de medio millón de extranjeros que finalmente se quedaron a vivir, trajo consecuencias conocidas por todos. La ley de extranjería (1975) era insuficiente para enfrentar ese fenómeno migratorio. Por eso nuestro Gobierno desde el primer día trabajó para ordenar la casa, y después de ocho años en el Congreso (contra la posición de parte de la izquierda que promueve el ingreso descontrolado a Chile), el Presidente Piñera promulgó la nueva ley de migración que trae una nueva institucionalidad para ordenar la casa, que entrega nuevas y mejores capacidades para enfrentar el fenómeno migratorio y que asegura una migración ordenada, segura y regular.
Con esta nueva ley vamos a proteger mejor los legítimos intereses de los chilenos y también de los mismos migrantes. En primer lugar, exige que los extranjeros que quieran venir digan a qué vienen realmente. Si quieren vivir en Chile, tienen que pedir una visa en el consulado de su país de origen y tendrán una cédula de identidad desde el primer día. Existe un catálogo flexible de visas que permite un adecuado control y regularidad de la migración, y planificar con los gobiernos locales y regionales su integración y desarrollo laboral. Por otro lado, se facilita la expulsión administrativa, de manera que si no hay autorización para estar en el país, tendrá que irse. Asimismo, crea una el Servicio Nacional de Migraciones y sus Direcciones Regionales, que permitirá homologar los trámites y tiempos de tramitación en todo el país; y comenzará un proceso de regularización extraordinario, tramitado en línea, para quienes hayan ingresado en forma legal antes del 18 de marzo de 2020, y estén en situación irregular.
La ley de migraciones da inicio a una nueva etapa en nuestro país que promueve el respeto por Chile, por nuestra soberanía y por el anhelo de los chilenos de vivir una vida más plena y más feliz, y también alienta el sueño de los migrantes que quieren integrarse a nuestro país con el aporte a nuestro desarrollo y el cumplimiento de nuestras leyes.