Con la esperanza cristiana como tema central, el obispo de Copiapó, Monseñor Ricardo Morales comenzó la novena en la fiesta de Nuestra Señora de La Candelaria.
Luego del tradicional rezo del rosario, el obispo comenzó su catequesis recordando que Dios “es un Dios fiel, su promesa de salvación no depende de nuestras fuerzas sino de su fidelidad”. Citando al Papa Francisco, dijo que “la esperanza y la fe son inseparables” y que “la esperanza cristiana no es optimismo superficial sino la certeza de que Dios cumple sus promesas”. Agregó que “la esperanza nos da fuerza para enfrentar las pruebas diarias con la mirada puesta en la eternidad”. Terminó su catequesis invitando a reflexionar sobre cómo ser signo de esperanza en todos los ambientes.
Misa por la tarde
Como cada año, este primer día fue dedicado a orar por los bailes religiosos. Por eso, la Federación de bailes religiosos, que incluye las asociaciones Candelaria, Caro Inca, Fernando Ariztía, Huasco, Chinos tradicionales y Valle norte, presentó como signo en el ofertorio los estandartes de las asociaciones.
En su homilía el obispo contó que viajó a La Serena junto al p. Guido Castagna, para visitar a los jóvenes que están participando en la primera Jornada Nacional de la Juventud, especialmente a la delegación diocesana, con quienes compartió el almuerzo. Dijo que había sido hermoso ver que “jóvenes de distintos lugares se reúnen para celebrar la alegría de la fe”, y que “ser cristiano no es vivir en la tristeza sino ser hombres y mujeres de alegría”.
Continuó su prédica señalando que “el Señor ha venido a sanar, a mostrarnos la vivencia del amor, a vendar las heridas” y pidió a los peregrinos reunidos en el patio del Santuario “dejarse sanar por él, que cure todo lo que nos aleja de los hermanos y de Dios”.
Después de la misa, el obispo inciensó la imagen de La Candelaria y luego acompañó la imagen hasta el interior del templo, en procesión con los bailes, como signo de pasar por la puerta de este Santuario, que es templo jubilar. Al interior, asperjó agua bendita sobre los fieles, y terminó el rito con la oración del jubileo.
Traslado del Cristo
La última actividad fue el traslado del Cristo, que es una imagen que habitualmente está en una pared al costado del patio, y que se lleva en procesión hasta la parte posterior del altar de piedra, donde permanecerá durante los días de fiesta. Esta procesión, encabezada por el obispo y el rector del santuario, p. Francisco Javier Medina, tuvo cuatro estaciones, en las que se hizo oración por los hombres, las mujeres, los jóvenes y los niños.
Las misas en el Santuario comienzan a las 6 de la mañana, y cabe señalar que el sábado 25 será el encuentro con los trabajadores, desde las 21.30 h.