La mayoría de las personas usamos el mismo perfume todos los días, de día y de noche. O, como mucho, tenemos una colonia para uso diario y un perfume para ocasiones especiales. Pero lo cierto es que, según la composición y las características de las fragancias, los expertos de la perfumería indican que hay una para cada momento. En este artículo vamos a ahondar en esas particularidades.
Tipos y usos de las fragancias
La clasificación de los perfumes está vinculada con su concentración aromática. Las variaciones de esta hacen que las fragancias duren más en la piel de quien las usa e inciden en su precio de venta. A mayor concentración, mayor durabilidad y valor comercial. Según este criterio, se denominan de diferente manera y tiene distintos usos.
El perfume
Es la presentación más frecuente. Si en su etiqueta la vemos rotulada como ‘perfume’, se trata de una de las fragancias con mayor concentración aromática, contando con entre un 20% y un 30% de aceites esenciales en su composición. Además, el grado de concentración los hace más indicados para climas cálidos o fríos, dado que las condiciones climáticas inciden en el modo en que se perciben olfativamente hablando.
El balance del porcentaje de aceites con la cantidad de alcohol incorporado es particular en cada receta, pero en todos los casos, estas presentaciones brindan una duración sobre la piel de aproximadamente 8 horas. Durante ese plazo de tiempo, el perfume atraviesa un proceso en el que se van liberando distintas notas olfativas, por lo que la percepción de un cedrat boise de Mancera o un One de Calvin Klein varía de principio a fin.
La colonia
Posicionada en el segundo lugar en términos de popularidad, la colonia cuenta con un grado de concentración aromática de entre el 5% y el 7%. La cantidad de alcohol de esta fórmula es equilibrada, pero sólo dura en la piel unas dos horas desde su aplicación. En cuanto a la composición, suelen ser más simples que los perfumes, pero su esencia se percibe de una forma más pura. Son recomendadas para entornos y temporadas de clima cálido, dado que son frescas y las temperaturas altas permiten enaltecer esa característica.
Los Eau de toilette
Siempre nos preguntamos qué significa esta leyenda en los frascos de perfume. Pues la respuesta es que remite a un tipo de fragancia en el que el nivel de concentración aromática ronda entre el 5% y el 15%, de acuerdo con la receta, la fábrica perfumera y la temperatura ambiental. Duran entre 2 y 4 horas y, para optimizar su proyección, son especialmente recomendados para usar en espacios amplios o al aire libre.
En cuanto a la composición, la presencia de alcohol supera a la de aceites esenciales, motivo por el cual se evaporan más rápido que los ‘Eau de parfum’ que describiremos a continuación. A nivel mundial, entre las fragancias más populares de esta clasificación se encuentran el Dior Sauvage de Christian Dior, el One Million de Paco Rabanne y el L’Homme de Yves Saint Laurent.
Los Eau de parfum
Su porcentaje de concentración aromática se acerca más a la de los perfumes, contando con entre un 15% y un 20% de aceites aromáticos en su composición. A diferencia del tipo anterior, presentan una menor cantidad de alcohol, por lo que se evaporan más lentamente, su proyección es más acotada y pueden durar en la piel entre 5 y 8 horas.
Entre los ejemplos más emblemáticos podemos mencionar el Cedrat boise de Mancera, el Acqua Di Gio de Giorgio Armani y el King de Dolce & Gabbana.
Los body splash o agua fresca
Con entre el 1% y el 3%, son las fragancias con menor concentración aromática y menos presencia de alcohol y, en consecuencia, una duración en la piel de sólo una hora. Son los que nos aplicamos luego de bañarnos para sentirnos frescos y aún más limpios.
Los elixir
Son las presentaciones menos habituales y vendidas, pero las que mayor concentración aromática contienen superando el 30%. Se comercializan en frascos pequeños, de no más de 30 mililitros, y pueden durar hasta 24 horas sobre la piel.
Un perfume para cada ocasión
Así como consideramos varios criterios para elegir la indumentaria, el calzado y los accesorios que usamos, al momento de elegir un perfume debemos tener en cuenta algunas cuestiones. La primera es el tipo de ocasión; si es formal o informal, si es de día o de noche y si es en un salón bajo techo o al aire libre, entre otras.
En segundo lugar, debemos contemplar el clima porque, como vimos, algunas fragancias se perciben mejor con temperaturas calidad y otras, con frías. En el primer caso, se recomiendan aquellas con notas florales, acuáticas y cítricas; en el segundo, las más intensas, amaderadas y especiadas.
El otro factor tiene que ver con las características del evento. Sí es una reunión con amigos, un cóctel de trabajo, una cita romántica, una gala o una boda. Porque cada una se corresponde con diferentes sensaciones y emociones, muy vinculadas a las fragancias que usamos.
Si asistiremos a una reunión con amigos o colegas, podemos aplicarnos desde una colonia hasta un perfume fresco. Si se trata de una cita romántica en la que somos protagonistas, podemos optar por una fragancia intensa y sensual. Sí hemos sido invitados a un evento de gala, tenemos la posibilidad de elegir un perfume extravagante y sofisticado. Y si es a una boda, uno lo suficientemente elegante, pero no tan abrumador como para quitarle el protagonismo a los novios.
¿Cómo optimizar la duración del perfume?
Aplicarlo después de ducharnos
Inmediatamente después de bañarnos, además de estar limpia y a una temperatura cálida, la piel presenta los poros abiertos gracias al agua caliente y altamente receptivos a absorber el perfume. Por lo que es ideal aplicarlo en ese momento, no sin antes colocarnos alguna crema o loción hidratante que también colaborará con la penetración de la fragancia. Si solemos usar jabones o geles de baño, es importante que no sean demasiado aromáticos para que no compitan ni interfieran con el olor del perfume.
Rociarlo sobre determinados puntos de la piel
Si rociamos el perfume sobre la ropa, no sólo corremos el riesgo de mancharla sino que además perderemos parte de su capacidad aromática dado que está hecho para la piel y no para los géneros textiles. Dicho esto, debemos rociarlo sobre el cuerpo a 10 centímetros o aplicarlo con pequeños golpecitos, en caso de que no tenga atomizador, y nunca frotarnos las partes perfumadas, puesto que modifica la fragancia.
Idealmente, debemos aplicarlo en los llamados ‘puntos de pulso’, aquellos en los que los vasos sanguíneos están más cerca de la piel, emiten más calor y logran que la fragancia se intensifique y huela más. Son el cuello, el pecho, la clavícula, el interior de las rodillas y los codos y detrás de las orejas.
Guardarlo a temperaturas frías y resguardado del sol
Por su propia composición química, con alta presencia de alcohol, si exponemos el perfume al calor este se evaporará más rápido de lo normal. Para evitarlo, debemos mantenerlo en un lugar fresco y podemos extender su vida útil aún más guardándolo en el refrigerador.