No cabe duda que la Navidad trae consigo gran cantidad de historias y cuentos, uno de ellos relacionado con Rodolfo y los renos del Viejo Pascuero.
No obstante, hace algunos años la ciencia mostró que el relato tiene un antecedente no menor, ya que Trueno, Relámpago, Juguetón, Cupido, Cometa, Brioso, Bailarín, Acróbata y Rodolfo en realidad serían hembras.
La idea no es nueva, y han sido varias las universidad que han buscado demostrar esto entre sus investigaciones.
Una de las primeras en dar sustento a esto fue la Universidad de Utah, en Estados Unidos, que entregó una simple explicación científica.
“Los machos dejan caer sus enormes astas después de la temporada de apareamiento, en otoño, alrededor de noviembre. A las hembras se les caen las astas después de dar a luz en primavera”, comentaron.
“Es difícil saber exactamente por qué, excepto que las enormes astas podrían ser un importante inconveniente para la supervivencia durante el invierno y podrían ser más importantes para competir con otros machos durante la temporada de apareamiento”, agregaron.
“Las ventajas para las hembras serían utilizarlos para protegerse de los lobos, su principal depredador cuando están embarazadas, y para proteger a sus recién nacidos”, indicaron.
Los renos del Viejo Pascuero
Gerald Lincoln y David Baird, biólogos de la Universidad de Edimburgo, expresan una idea similar.
“Los renos machos tienen su época de apareamiento en otoño, cuando usan sus cuernos para luchar, pero una vez que termina los pierden”, detallaron.
Asimismo, en conversación con The Telegraph, ambos plantearon otra idea, aunque algo más rebuscada: “los renos del viejo pascuero podrían ser machos castrados”.
Lo anterior estaría basado en estudios que sostienen que los machos, en estas condiciones, no pierden sus astas en el otoño del hemisferio norte, y muestran comportamientos similares al de las hembras.
Con toda esta explicación ¿Habrá algún tipo de cambio al tierno cuento de Navidad? ¿Seguirán los mismos nombres?
Hay que recordar que el relato original de Rodolfo fue del escritor norteamericano Robert L. May, quien lo publicó en 1939.
Fuente:BioBioChile.cl