Daniel Díaz tiene 72 años y ha ejercicio la docencia por más de cinco décadas. Es el profesor más longevo del país que continúa haciendo clases. Ama su trabajo, pero desde hace años que tenía un sueño pendiente: devolver a sus dueños un libro que un alumno había olvidado en el aula en 1976.
Para iniciar esta historia, debemos remontarnos al convulsionado Chile de inicios de los 70. El cobre había pasado hace pocos años a manos chilenas, luego que la Nacionalización fuera votada por la unanimidad del Congreso y la Andes Copper Mining Company ya había dejado de ser la dueña del mineral que extraía cobre desde el cerro Indio Muerto. La recién creada Compañía de Cobre Salvador (Cobresal) se hacía cargo de la explotación y de la administración del campamento ubicado en la región de Atacama. Mucho antes que esta faena pasara a pertenecer a la actual Codelco.
Por esos años, un trabajador solicitó el libro Física Moderna de Harvey White desde la biblioteca de Cobresal. Jamás lo devolvió. Un día, su hijo lo llevó hasta el Liceo Santos Ossa de Vallenar, para la clase del joven profesor Díaz que impartía el ramo de Electricidad, pero al parecer, la desmemoria era una cualidad de la familia del estudiante. Tampoco lo fue a buscar. Pero para Daniel Díaz, el libro era una joya. “Tenía materia muy avanzada para su tiempo y que hasta ahora es relevante para la enseñanza de la física”, recuerda por estos días el profesor, quien ya cumplió 53 años impartiendo esta clase.
Siempre tuvo en mente devolver este libro a sus verdaderos dueños, por lo que al ver el timbre de la biblioteca de Cobresal, armó una mini campaña para este propósito. “Leí una noticia que en Estados Unidos habían devuelto un libro después de 100 años en Minnesota, por lo que eso me terminó de convecer”, señala este docente de trato amable. El inspector de su liceo, Roberto Otárola, quien también había sido alumno suyo lo apoyó. “Hicimos una colecta entre los colegas para pagar la bencina y nos vinimos a cumplir su sueño”, señala, quien tras contactar a los actuales ejecutivos de Codelco Salvador, organizó la visita con el preciado libro.
“Cuando recibimos el llamado, nos sorprendimos. La amabilidad de don Daniel, en devolver este libro después de casi medio siglo, solo habla de la entereza de un profesional que lo ha dado todo por su labor docente. Esta región no solo es rica en cobre, sino, además, en ciudadanos como él, quien es capaz de realizar tan noble gesto”, señala Mauricio Palma, director de Comunicaciones y Comunidades de Codelco Salvador, quien fue el encargado de recibir la publicación de manos del docente vallenarino.
Tras hacer entrega del libro, Daniel Díaz aprovechó la oportunidad de conocer el campamento minero. Lo notó bastante cambiado desde la última vez que lo había visitado, a inicios de los 90. “Ahora está mucho más moderno y bonito”, señala. También pudo visitar la Escuela N°1 de El Salvador, oportunidad en que varios docentes lo felicitaron por tan noble gesto. Hasta se fotografiaron junto a él.
Tras cumplir con su misión de devolver aquel libro que por casi medio siglo estuvo perdido, Díaz regresó a Vallenar. Hoy continúa haciendo clases en su liceo. Piensa retirarse el próximo año, enseñando por última vez las claves de la electricidad a sus alumnos, pero el legado de integridad y nobleza que este docente regaló por años, serán difíciles de olvidar a varias generaciones que lo conocieron en un aula.