Es impulsor actualmente de la Agrupación de Danza Pumawari, y se ha dedicado a danzar y a enseñar danzas andinas, en sus diferentes manifestaciones, en un momento en que cada vez hay más jóvenes practicándola en la zona.
Por Jessica Acuña Neira.
Conversamos con Guillermo Gallardo durante el carnaval Andino Kellollampu que se realizó en Tierra Amarilla, rodeados de las bandas de bronce, batucadas y las agrupaciones que danzaban diversos ritmos andinos, le quitamos unos minutos a su tarea de coordinador de esta iniciativa para dialogar. Lo cierto es que hay una gran cantidad de personas, incluyendo jóvenes, niños y niñas que participan de las múltiples agrupaciones de danza andina: tinkus, morenadas, caporales, entre otras, y él ha formado parte de este movimiento que sin mucha publicidad ni ocupar titulares cada vez gana más espacios entre los jóvenes y un público siempre dispuesto a disfrutar del espectáculo que ofrecen.
Actualmente es parte de la Agrupación Pumawari, y ha formado a un par de generaciones en la danza andina y formado parte de varios carnavales andinos, tanto en Atacama como participando en otros lugares del país.
-Te preguntaba acerca de la identidad, digamos, de nuestra zona, que estamos en el norte, con las danzas.
Sí, a pesar de que algunas danzas no nos pertenecen, bueno, nosotros como somos, digamos, parte de la zona andina, como se le llama, abarcamos danzas latinoamericanas. Y dentro de esas danzas también están las bolivianas, destacadas en la región, ya sea porque igual parte de nuestro elenco, de nuestros integrantes, son personas migrantes bolivianos, como también porque nos hacemos parte también de la cultura de ellos, nos llama mucho la atención, por los colores de los trajes y la vestimenta, y la hacemos masiva acá, ya sea en Copiapó, Tierra Amarilla, Caldera. Participamos de una actividad donde vienen varias agrupaciones, por lo menos de Diego Almagro, Caldera, Vallenar, Chañaral.
– ¿Cuánta gente hay que está bailando este tipo de danzas en la región?
Hay bastante. Por lo menos yo creo que deben haber unas doce agrupaciones en la región, de distintos ritmos, y van abarcando por lo menos en el tema ya sea andino, y también se van dedicando a lo que es la fantasía. Pero eso es lo que predomina más, o sea, la danza andina, es lo que hasta el momento ha predominado más en la región.
-¿Y por qué crees que tiene tan buena recepción y hay tantos jóvenes que se interesan?
Yo creo más que nada vendría siendo por la danza y por los trajes, o sea, eso es lo que llama siempre la atención. Y bueno, yo creo que quizá el colorido, la intención de quizá ser parte de algo, que eso también nos hace falta también como en la parte de la cultura.
-He hablado con gente antigua, de distintos lugares, de los valles hacia la cordillera, y tienen recuerdos de haber formado parte de bailes chinos que le dicen, acá en la zona. Y si uno mira, también los va a encontrar en la literatura del siglo XIX, en las crónicas.
Claro, es que ahí por lo menos el concepto de baile chino igual está como mal enfocado en el sentido de que nosotros quizás nos adueñamos de identidades ajenas y formamos parte de la identidad ya sea de la candelaria, que es lo que llamamos nosotros como baile chino. Ahí podemos encontrar caporales, que es justamente, por ejemplo, netamente boliviano, tinkus, y bailes quizás, no sé si inventados, pero bueno, ahí encontramos varios andinos.
-Perdón, pero me refiero al baile chino solo como al más tradicional de la Candelaria que hace con una especie de flauta y tambor y que usaban los pañuelos en la cabeza…
La danza de los mineros.
– Claro, y el origen es diaguita.
Ya, pero en este caso, si lo enfocan a eso… Claro, no tiene nada de andino. A lo mejor la gente tiene una mala percepción de involucrar quizá el tema del baile chino junto con la danza nortina, en este caso trasandina.
-¿Qué tiene de diferente?
Como usted dice en este caso vendría siendo un caso de un homenaje de los mineros hacia ella, identitario. Mariano Caro Inca descubrió a la Virgen y ahí hicieron un homenaje hacia ella. En cambio, los demás son tradiciones de otros pueblos. En este caso, el Tinku, nace en Potosí, Bolivia. Entonces, no se asemeja, pero más que nada yo creo que, insisto, el tema de traer algo nuevo y llamar la atención de la gente es lo que hace quizá que las personas quieran involucrarse o desarrollar la danza que están viendo.
-¿Cuánto se demora alguien en aprender una danza de estas?
Depende, o sea, hay personas que aprenden muy rápido y otras personas que les cuesta mucho. Pero si hay paciencia y perseverancia, por lo menos la persona que quiera aprender, va a aprender, quizá, no sé, con uno o dos meses, quizá un poquito más, El asunto acá es que sea perseverante y que no pierda las ganas de seguir aprendiendo.