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Apoderados recurren al Obispado de Copiapó para que intercedan en el conflicto de la educación pública en Atacama

Los representantes de la Iglesia Católica se mostraron abiertos a llamar a una Mesa de Diálogo que permita un acercamiento de las partes para lograr que se retomen las clases en Atacama. 

Los apoderados y apoderadas ven con impotencia cómo la crítica situación que viven los establecimientos educacionales de la región bajo la administración del Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Atacama, suma y sigue sin que se vean soluciones a corto plazo, sumando más de 53 días de pérdida de clases para niños y jóvenes de las comunas de Copiapó, Tierra Amarilla, Caldera, Diego de Almagro y Chañaral. Es por ello, que un grupo de apoderados en representación del “Consejo de Directivas del Liceo de Música Bicentenario Hugo Garrido Gaete” se reunieron con el p. Enrique Balzan, vicario general de la Diócesis de Copiapó y el p. Guido Castagna, vicario pastoral de la Diócesis con el fin de sumar a más actores de la sociedad civil para que puedan contribuir en una pronta solución a este conflicto entre el Gobierno y el Colegio de Profesores.

En la reunión, que se llevó a cabo en las dependencias del Obispado en Copiapó, los representantes de la vicaría quienes estuvieron por indicación del obispo Ricardo Morales, se mostraron muy preocupados por la situación que están viviendo los cerca de 30 mil niños, niñas y jóvenes de la región, debido al impacto emocional y en la salud mental que implica esta pérdida de clases, así como también la falta de condiciones para que retornen a clases de manera normal.

Jocelyn Manríquez, apoderada del Consejo de Directivas del Liceo de Música señaló que “Nosotros llegamos a golpear las puertas del Obispado con la intención de buscar apoyo para que ellos pudieran mediar frente a este conflicto que está afectando a la región de Atacama hace más de 50 días. Ahondamos en el tema de la vulneración sistemática de derechos que están viviendo nuestros hijos, hijas y jóvenes de la región, apuntando más que nada al tema de salud mental y física, junto con los problemas de alimentación en la que ellos se puedan encontrar también o en un ambiente vulnerable, ya que muchas veces los padres no cuentan con redes de apoyo. Queremos una solución pronta para que nuestros niños y jóvenes puedan retomar las clases para que puedan aprender, para que puedan sociabilizar con sus compañeros”.

De acuerdo con lo que señalan los apoderados, los representantes de la Iglesia Católica se mostraron abiertos a llamar una Mesa de Diálogo que permita un acercamiento de las partes para lograr que se retomen las clases en Atacama y se pueda garantizar un retorno en buenas condiciones.

Manríquez finalizó señalando que “nosotros queremos que ellos puedan volver a clases de una manera digna, de una manera adecuada, no con problemas de electricidad, ni con problemas de alcantarillado o que no tengan baño o con problemas de ratones y plagas. Esta lucha es de nosotros, de los padres, nosotros somos responsables de exigir una explicación y una pronta solución para que se termine la vulneración en la que hoy ellos se encuentran afectados”.

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