Has escuchado o leído sobre la Resonancia de Schumann? Si eres adepto a TikTok, probablemente te habrás topado con más de algún influencer advirtiendo sobre sus cambios y los terribles efectos que puede tener en el cuerpo humano. Pero la realidad sobre este fenómeno electromagnético dista mucho de ser como la pintan…
Desde dolores de cabeza y mareos, hasta cambios en el comportamiento de los tejidos, células y órganos; son algunos de los efectos que -supuestamente- estaría teniendo en nosotros un cambio en la Resonancia de Schumann, viralizado en distintas plataformas digitales como TikTok.
Los videos de influencers y guías espirituales con miles de seguidores, han generado cierta inquietud al asegurar que la “frecuencia de la tierra” o el “latido del planeta” ha cambiado de 7.8 Hz a 120 Hz, dejando secuelas en nosotros.
Pero… ¿de qué se trata realmente todo esto?
Primero, veamos qué es la Resonancia Schumann. Según la NASA, este fenómeno electromagnético se origina a partir de los rayos. Por más increíble que parezca, cada segundo hay cerca de 50 destellos de rayos sobre la Tierra. Las descargas con una longitud de onda específica se “potencian” y generan ondas electromagnéticas que se mueven alrededor del planeta, entre el suelo y la atmósfera. Estas ondas de frecuencia extremadamente baja (extremely low frequency, en inglés) son parte de los estudios climatológicos de los rayos.
Manuel Bravo, Doctor en Geofísica Espacial de la Universidad Adventista de Chile (Unach), lo ejemplifica como un “espacio que hay entre 2 esferas, donde una señal electromagnética se propaga rebotando entre ambas superficies, generando ecos”.
Un artículo de la revista Ciencia de la Universidad Autónoma de México (UNAM) relata que el primer modelo teórico de esta resonancia fue desarrollado en 1952 por el físico alemán Winfried Otto Schumann, aunque ya en 1905, el genio de Nicolás Tesla había teorizado sobre la existencia de estas ondas electromagnéticas producidas por una fuente natural. En 1960 se lograron comprobar con las primeras mediciones.
Blanca Mendoza y Marni Pazos, investigadoras del artículo de la UNAM, constatan en él que -en efecto- hay ciertos factores que modifican la Resonancia Schumann, como la temperatura global o la actividad humana, por ejemplo, las redes de transmisión eléctrica.
Cambios en la frecuencia
“En los últimos días se ha reportado un inusual aumento de las frecuencias. Las ondas que normalmente se mantienen estables han mostrado un alineamiento y han alcanzado valores tan altos como 120 Hz, después de un blackout absoluto”. “Vibraba a 7.8 Hz y aumentó la vibración a 120 Hz”. Estas son algunas de las afirmaciones difundidas a través de la plataforma china, basadas en el monitoreo de este fenómeno realizado el 18 de junio en el Sistema de Observación Espacial de la Universidad Estatal de Investigación de Tomsk, en Rusia.
Marcos Díaz, académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, explica a BioBioChile que “justo en Rusia está ocurriendo una guerra. Quizá hicieron estallar un transformador y creció algo en alguna parte, creando un arco gigante”.
Eso quiere decir que si sucede un evento cerca de un lugar con las mismas frecuencias, se verá reflejado muy fuerte en el detector. “Si te aparece una anormalidad en alguna estación o en varias estaciones en un minuto, puede haber sido un evento”, comenta.
Así lo sugiere también Bravo, quien además es subdirector del Centro de Instrumentación Científica de la Unach. “Es muy raro, ya que son frecuencias resonantes para todo el globo. Es posible que el instrumento fallara o que existiera interferencia de algún otro fenómeno o instrumento de medición”, puntualiza.
Por su parte Díaz, quien también es encargado del Laboratorio de Exploración Espacial y Planetaria de la Universidad de Chile, clarifica que, para exista un cambio tan drástico y permanente en la frecuencia Schumann, se necesita que esta variación aparezca en más detectores simultáneamente en todo el planeta.
Enfatiza que “si queremos plantear esta hipótesis, lo que tenemos que hacer es poner a medir todas las estaciones al menos por un mes o por un año”.
Resonancia Schumann: ¿y sus “terribles efectos” sobre el cuerpo humano?
Otros aficionados en TikTok van más allá. Afirman que las ondas del cerebro y el ADN vibran en la misma frecuencia que la Resonancia Schumann, por lo que una variación exigiría al cuerpo acostumbrarse a esta, generando distintos efectos de malestar físico, como dolores de cabeza, náuseas o fatiga extrema, por ejemplo.
Vamos por parte. Las ondas del cerebro son impulsos eléctricos pequeños dados por la comunicación entre neuronas. Existen de distintos tipos y cada uno de ellos vibra en una diferente frecuencia, que van desde los 0.2 Hz en el caso de las Ondas Delta, y los 90 Hz en el caso de las Ondas Gamma.
En este sentido, Díaz puntualiza que “hay personas que han hecho notar que hay ondas cerebrales en estas frecuencias (las de la Resonancia Schumann). Por lo tanto, se postula la correlación de que biológicamente nos adaptaríamos a resonar a la misma frecuencia”.
Mendoza y Pazos también reconocen que hay similitud en la frecuencia de algunas ondas cerebrales con la Resonancia Schumann. Sin embargo, plantean que “es muy tentador pensar que las perturbaciones en la Resonancia Schumann pueden afectar a nuestras ondas cerebrales. Sin embargo, este campo se está investigando y no hay conclusiones todavía”.
Hasta el momento, no hay evidencia científica que pruebe potenciales consecuencias en los seres humanos, tal como lo confirma Manuel Bravo. “No está demostrado científicamente si estas resonancias afectan de alguna manera a los humanos, ni mucho menos cómo lo harían”, sentencia.
Lo anterior se debe a que estas tienen muy bajos niveles de energía. “No ionizan, no causan cáncer, es muy difícil que produzcan algo en los sistemas biológicos como el ADN, porque tienen muy poca energía”, detalla el ingeniero eléctrico Marcos Díaz. Incluso, lo contrasta con los rayos de alta frecuencia, como la radiación UV que proviene del Sol. “En estos casos la frecuencia es mucho más alta y por ello, también su energía, lo que sí genera consecuencias negativas en los seres humanos”.
Alejandro Serrano, astrofísico investigador en el Ames Research Center de la NASA, afirma a Maldita.es, medio especializado en Fact Checking, que las ondas de la resonancia de Schumann no pueden romper o modificar la estructura de moléculas o átomos ya que la frecuencia no es ionizante, y que la energía de esta “es menor de la que recibimos saliendo a pasear bajo el Sol”.
A no alarmarse
Al ser una caja de resonancia, las ondas de Schumann pueden tener variaciones, que son parte de los varios modos de frecuencia que se propagan en ese espacio. Díaz enfatiza en que los 7 hercios son la frecuencia predominante, y que los sistemas pueden captar algunas más altas pero siempre siendo denominadas como frecuencias extremadamente bajas.
Afirmar que “cambió la frecuencia de la Tierra” basado en lo que reporta una sola estación en un periodo corto de tiempo es un error, pues se necesitan estudios más extensos, con un monitoreo de la Resonancia de Schumann en más detectores y en mayores plazos.
Por último, tu salud tampoco se verá afectada por posibles cambios en este fenómeno. Más pueden preocuparte los efectos de la radiación ultravioleta de la luz solar, o los rayos X.
Fuente: BioBioChile