Mientras continúa su lucha por demostrar que es la niña desaparecida en Portugal, Julia Faustyna, quien también se hace llamar Julia Wendell, está a la espera de la confirmación de la enfermedad.
Julia Faustyna, también conocida como Julia Wendell, quien saltó a la fama por afirmar que era Madeleine McCann, padecería leucemia, así al menos lo informó un portavoz de la mujer polaca.
Según publicó el NY Post, la joven polaca de 21 años está esperando los resultados de las pruebas para saber si finalmente padecería este tipo de cáncer a la sangre.
Julia Wendell, quien habría padecido abusos durante su infancia, mantiene una salud muy deteriorada, con problemas de asma y fuerte dolor en los huesos.
“Su análisis de sangre también es anormal, por lo que mi médico aquí en los EE.UU. está investigando si podría tener leucemia. Y si necesita algún tratamiento, nos aseguraremos de que lo reciba”, informó la detective privada y su representante, la Dra. Fia Johansson.
La mujer también informó que la joven tiene programada una tomografía computarizada y una resonancia magnética para descartar nuevas enfermedades.
¿Quién es Julia Wendell?
Wendell declaró no recordar su infancia ni ascendencia, por lo cual expertos están realizando diversas test para determinar su origen.
Johanson, en tanto, aseguró que no existe ningún registro médico de Julia durante sus primeros cinco años de vida, lo que generó que aumentaran las sospechas sobre su identidad.
“Todavía estamos esperando el resultado de las pruebas de ADN que nos mostrarán exactamente cuál es el origen étnico de Julia y de qué país son ella y su verdadera familia. Este tipo de pruebas son muy precisas”, afirmó Johansson a The Sun.
De hecho, no descartaron, pudiese ser otra niña desaparecida. “Julia solo quiere saber la verdad sobre quién es ella”.
Caso Madeleine McCann
La noche del 3 de mayo de 2007, mientras sus padres cenaban con unos amigos, la niña de 3 años llamada Madeleine McCann desapareció de la habitación del centro turístico Ocena Club, de Praia da Luz, en la región de Algarve, Portugal.
Aunque sus padres cenaban con un matrimonio amigo, ambos se turnaban cada quince minutos para ir a confirmar que sus tres hijos (Madeleine y sus hermanos Sean y Amelie) estén durmiendo bien.
A partir de ese momento la vida de los McCann se volvió una pesadilla. La investigación policial portuguesa fue cuestionada por su par británica y, mientras de un lado y otro se culpaban, los años pasaron y de la joven Madeleine nunca se supo nada.
Fuente: biobiochile.cl