Hasta ahora, el lugar en el que en 1976 aterrizó la primera sonda que operó con éxito en el planeta rojo suponía una incógnita en la exploración planetaria.
Un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en España, el Planetary Science Institute y el centro de investigación Ames de la NASA demostró que la sonda Viking 1 aterrizó sobre los sedimentos de un antiguo megatsunami en Marte.
Según los resultados del estudio, el choque de un asteroide de entre 3 y 9 km de diámetro con un océano septentrional poco profundo formó las llanuras rocosas en las que aterrizó la sonda, lanzada por Estados Unidos.
Viking 1 aterrizó en el tramo inferior de Maja Valles, un enorme canal formado por inundaciones fluviales catastróficas hace unos 3.400 millones de años en la región de Chryse Planitia.
El estudio, liderado por los investigadores Alexis P. Rodríguez, del Planetary Science Institute, y María Zambrano y Mario Zarroca, de la UAB, permite asegurar que esta información sugiere que el punto de aterrizaje sí habría sido el lugar correcto para buscar señales de vida en muestras del suelo, que era uno de los principales objetivos de la misión.
La investigación, publicada en Scientific Reports, está basada en la identificación de un cráter oceánico y simulaciones de la ola generada por el impacto del asteroide.
“Nuestras simulaciones muestran que el megatsunami fue devastador y que alcanzó inicialmente unos 250 metros de altura de ola e inundó zonas costeras localizadas por lo menos a 2.000 km del cráter de impacto. Estas zonas costeras incluyen una cuenca enorme donde la ola podría haber formado un mar interior en los trópicos del planeta”, explicó Zarroca.