Chile pone en práctica un novedoso modelo europeo que reduce el impacto medio ambiental, mejora la rentabilidad de las cosechas y mecanizar los procesos de esta misma para hacer de la agricultura más sostenible.
La escasez de recursos es cada vez más común en la agricultura nacional, a esto debemos sumarle la falta de mano de obra y la sequía que golpea al país, haciendo inminente la necesidad de buscar nuevas alternativas de producción y cosecha. En esta constante búsqueda de las empresas por desarrollar modelos agrícolas los cuales tengan un menor impacto medioambiental, sean inclusivos y cuenten con responsabilidad social, es que poco a poco se ha ido desarrollando una estrategia de sostenibilidad.
Dentro de las acciones que han tomado los diferentes productores agrícolas nacionales para contribuir a la sostenibilidad destacan acciones que apuntan al desarrollo de modelos para hacer más eficiente el uso del agua, la gestión de residuos para contribuir a la economía circular y el constante estudio de la biodiversidad y genética de plantas. Además de la eficiencia energética y la reducción/neutralización de la huella de carbono.
Y es que la tendencia hacia el cuidado del medio ambiente no está solo en los procesos productivos, son los consumidores quienes también exigen y premian a las empresas por modificar sus conductas en pro del cuidado medio ambiental. De acuerdo a la Encuesta Nacional Ambiental 2021 realizada por el Ministerio del Medio Ambiente el 71,4% de las personas encuestadas cree que el cambio climático es causado principalmente por la actividad humana.
Ante ese escenario, un 94,5% de los encuestados afirma que preferiría comprar los productos que tuvieran un sello respaldado por el Ministerio del Medio Ambiente que acreditara que los productos que consumen son reciclables, lo que aparece como una buena noticia para el ecoetiquetado de productos actualmente en implementación en el país.
Nuevas alternativas para la producción responsable
Una de las alternativas puestas en práctica en este nuevo escenario es el SES (Soluciones Eficientes y Sostenibles), sistema que se compone de una serie de prácticas, basadas en la búsqueda de la mecanización total, en el caso de los olivos o almendros. Por su parte, en el caso de la fruta fresca (cereza o ciruela, por ejemplo), formar huertos peatonales para cosechas muy expeditas. Una de las claves de este sistema es el uso de variedades y/o portainjertos de bajo vigor, para lo cual, en las nuevas plantaciones de Almendro y Ciruelo, la elección óptima es actualmente el Rootpac® 20
El sistema SES permite, entre otras cosas, anticipar las entradas en producción, así como la posibilidad de mecanizar la totalidad de las labores, desde la plantación a la cosecha, formando muros frutales muy iluminados que permiten un aprovechamiento único de los inputs, tales como los agro insumos, fertilizantes, y también el agua. Esto, porque los volúmenes de copa son menores a las estructuras tradicionales con formaciones como vasos o ejes. Esto está siendo medido por entes externos a Agromillora, y se estima que el ahorro ronda el 30%.
A la fecha, el sistema SES se ha mostrado, y puesto en práctica, globalmente como una respuesta acertada a las nuevas exigencias y escenarios para la fruticultura. Desde las pruebas en los Olivos, iniciada hace más de 25 años en España, hasta la fecha, con los nuevos desarrollos que se están plantando en Chile con ciruelos y almendros de floración tardía. Los primeros, relacionados fuertemente en el país a inversionistas y los segundos, con una gran aceptación entre productores y nuevos fruticultores.
El año 2021 marcó un punto de inflexión en el desarrollo e instauración del modelo en el Chile, puesto que, en el caso de ciruelos y almendros, a la par del seguimiento de los bloques de ensayo en las distintas zonas productivas, se comenzaron a plantar huertos de ambas especies, con objetivos comerciales, entregando el respaldo necesario para la propuesta de Agromillora, demostrando que en territorio chileno es posible replicar lo que se lleva años haciendo en Europa.
Almendros y Ciruelos
Entre Febrero y Marzo se realizaron una serie de acciones en diferentes zonas del Centro y Centro/Sur, donde productores, inversionistas y actores de la agroindustria pudieron ver la cosecha de ambas especies, llegando a la conclusión de que la mecanización de todas, o en su defecto, la mayoría de las labores, es lo que permitirá proyectar el negocio frutícola hacia el futuro
En el caso del almendro, al ser un fruto seco, se puede mecanizar el 100% de las labores, desde la plantación hasta la cosecha. Esto ha permitido en Europa la gestión de grandes plantaciones con el mínimo de personal. Se estima que se pueden manejar entre 60 y 80 hectáreas con solo dos personas. Una para las labores de poda mecanizada y aplicaciones, y otra para el riego y nutrición. La cosecha se terceriza, puesto que el parque de equipos cabalgantes, tanto allá como acá, es grande y en esa fecha, las máquinas, que son polivalentes, no se encuentran trabajando aún en Viña u Olivo.
Para la Ciruela, el escenario es todavía más amplio, puesto que, al formar huertos para la cosecha mecanizada con los mismos equipos, se logra crear planos vegetales muy sencillos de cosechar peatonalmente, en el caso de optar por exportar Ciruela fresca a mercados como el chino. Es decir, se logra tener, con una misma especie, un huerto de doble propósito, que abastezca las necesidades de fruta fresca como también a la industria del deshidratado, donde Chile es uno de los mayores países productores.
Cada vez más, los protagonistas de la fruticultura del país son conscientes de que para seguir proyectándose en el tiempo, hay que salir a buscar soluciones, dentro de las cuales, el SES viene a ofrecer al negocio frutícola una mirada innovadora, de bajo impacto, fácil manejo para los administradores y con el ingrediente extra que da el aprovechamiento racional del recurso hídrico.
Es así que gracias a la puesta en marcha de este sistema no solo se ven beneficiados los productores al ver resultados en menos tiempos y mecanizar los procesos, sino también el planeta, esto debido a el uso eficiente de recursos como el agua y los terrenos destinados a la cosecha.