Luciano Travella, Geólogo de Geoturismo Lickanantay, explica que pese a que los descensos en el nivel de agua son habituales en esta fecha, de no tomar las medidas necesarias el acuífero no podrá recuperarse.
Este miércoles se advirtió por medio de redes sociales sobre el bajo nivel de agua del acuífero del reconocido Cerro Imán, ubicado al noroeste de Copiapó, lo que se suma a las denuncias ya hechas en materia de agua en la región de Atacama.
Dentro de los atractivos turísticos del Cerro destaca principalmente su historia, pues se trata de un antiguo yacimiento de hierro, mina explotada por medio del método conocido como rajo abierto, que, al avanzar en las excavaciones, provocó que emergiera el agua subterránea y se formara el lago.
Con el paso de los años, el agua ha disminuido poco a poco. Hoy, la situación parece ser aun más compleja.
En cuanto al descenso en el nivel de agua, Luciano Travella, geólogo de Geoturismo Lickanantay, explica que “es un proceso que expresa las bajas en el nivel del agua subterránea, y eso puede ser por razones naturales o humanas. Ahora en verano es cuando más aumenta la evaporación de agua y es cuando hay menos precipitaciones, pero también es cuando hay mayor uso intensivo de los acuíferos, especialmente en los sectores, altos, con el tema de los viñedos y todas las plantaciones de verano”.
De esta forma, si se considera el proceso natural, el agua en el lago debería volver a niveles normales paulatinamente. Sin embargo, Travella advierte que si no se recupera con las precipitaciones de invierno, entendiendo que los últimos años se han presentado bajas precipitaciones, “es porque ya la extracción de agua subterránea ha sido muy intensa y no se están recuperando bien los niveles del acuífero”.
Un problema de mayor escala
Luciano Travella reflexiona en torno a cómo estas zonas de surgencia se han visto afectadas a lo largo del tiempo. “Hace poco salió en las noticias que se secó el Tranque Lautaro. Eso demuestra que a lo largo de toda la cuenca del río están viéndose alterados los niveles de agua subterránea. Por ejemplo, el Humedal de Nantoco o el Humedal que antes hubo en Piedra Colgada, es decir, en los sectores bajos de Copiapó, dejaron de existir hace algunos años”, dice.
“Si nos vamos al caso en particular del Tranque Lautaro, y como bien denunció la CASUB, hay problemas de gestión desde hace muchos años, además de problemas estructurales, porque el tranque es muy antiguo y no se le han hecho los arreglos que requiere”, agrega el Geólogo de Geoturismo Lickanantay.
De esta manera, llevar a cabo intervenciones en el Cerro Imán podría convertirse en una alternativa para combatir el problema, sin embargo, de acuerdo a Travella “está todo conectado, entonces si vemos que más arriba está pasando algo similar, que en general están bajando los niveles de agua subterránea , es difícil atacar un punto en particular. Especialmente si estamos en las zonas bajas del río. Sin una gestión a nivel de cuenca, todas estas expresiones de agua van a seguir desapareciendo”.
Finalmente, en cuanto a una intervención mayor, Travella dice que “a nivel de recuperación de las aguas el problema es mucho más profundo, más político, en el sentido de la distribución y el uso de las aguas”.