Con una misa celebrada con aforo restringido y respetando las normas de seguridad sanitaria, la comunidad de la parroquia San Vicente de Paul celebró a San Pedro. La misa fue presidida por el Obispo, Monseñor Ricardo Morales, junto al párroco, P. Juan Barraza, y una veintena de fieles en asientos designados, entre los que se encontraba el Gobernador electo, Miguel Vargas.
En su homilía, el obispo destacó la figura de Pedro como un hombre con una experiencia de fe “parecida a la nuestra, que queremos seguir al Señor, pero a veces lo negamos con nuestra vida”. Dijo que lo que debe caracterizar a la comunidad cristiana es la caridad, “las necesidades del otro no pueden serme ajenas”, y agregó que “Jesús no ha venido a llamar a los justos sino a los pecadores, y Pedro es prueba de ello”. El obispo dijo que de esta fraternidad cristiana nace la misión”.
Carnet de santidad
El obispo señaló que “a veces pensamos que debemos tener un carnet de santidad, pero el Señor nos llama, así como somos, como a Pedro, que no tenía ningún mérito. Y seremos capaces de ir a él, pedir su perdón, su ayuda, y el Señor lo hará, como lo hizo con Pedro”. “Construyamos Iglesia, construyamos fraternidad, demos testimonio del amor del Señor en lo concreto, y de ahí nacerá nuestra misión” concluyó el Obispo.
Un saludo especial recibió el p. Lucio Andrade, que vive en Caldera, por su cumpleaños. Las personas aplaudieron al sacerdote en sus 92 años de vida y el obispo agradeció su vida entregada al ministerio y al pueblo de Dios.
Bendición en el muelle
Hasta el muelle de los pescadores llegó el obispo junto al P. Juan, para bendecir el mar. En una breve bendición, el obispo destacó a los pescadores y también a la Armada, y a todos quienes están vinculados al trabajo en el mar. Luego asperjó agua bendita sobre las personas, las embarcaciones y el propio mar. Luego, los pescadores pasearon la imagen del santo por el muelle. La imagen de San Pedro luego fue trasladada hasta su capilla, escoltada por los pescadores en sus vehículos.