El ministro de la Segpres ha tenido semanas complejas: se ha visto enfrentado a traspiés legislativos y a críticas en el oficialismo. Sin embargo, el miércoles logró amarrar un acuerdo con Chile Vamos sobre el segundo retiro de pensiones, tema en el que ha impulsado que el gobierno presentara un proyecto, lo que finalmente se concretó .
El lunes en la mañana, en uno de los pasillos del Senado, en Valparaíso, el senador UDI Claudio Alvarado sostuvo una conversación por teléfono con el ministro Ignacio Briones. Según quienes presenciaron el diálogo, el parlamentario informaba al titular de Hacienda sobre las posturas en la oposición respecto al proyecto del segundo retiro del 10% y de un posible acuerdo para destrabar la reforma de pensiones.
La conversación da cuenta, afirman en el oficialismo, de cómo Briones se apoya en el exministro de la Segpres para sacar adelante las negociaciones, lo que para algunos en el bloque reflejaría un problema con la actual Sepgres, que encabeza Cristián Monckeberg, con quien el titular de Hacienda se ha visto enfrentado en el marco de las tratativas sobre el segundo retiro y la reforma a las pensiones.
En La Moneda -e, incluso, en sectores de RN, partido en el que milita Monckeberg- reconocen que han sido semanas complejas para el titular de la Segpres y que se le ha visto incómodo en ocasiones. Por eso, dicen que estos son días claves para que el secretario de Estado pueda lograr una especie de “segundo aire”. Esto, luego de sufrir varios traspiés en el Congreso -aprobación en la Cámara del libelo contra Víctor Pérez, revés en el proyecto de escaños reservados, Presupuesto e inhabilidades, entre otras medidas-, que se han sumado a cuestionamientos de dirigentes oficialistas, principalmente de la UDI y de Evópoli, quienes han manifestado que no hay una estrategia clara desde la Segpres para enfrentar los proyectos de ley.
Así, varios en el oficialismo transmiten que a Monckeberg se le ha visto agotado y algunos deslizaban la idea de una posible renuncia en estos días para aprovechar la salida de autoridades que quieren competir en las elecciones parlamentarias, cuyo plazo vence este sábado. Sin embargo, en el entorno del secretario de Estado descartan que Monckeberg quiera competir para esos comicios y que así se lo ha transmitido a sus pares del comité político.
Eso sí, fuentes de Palacio dicen que él sigue viendo la opción de ser constituyente en las elecciones de abril, pero que para eso aún queda tiempo para dejar el cargo, debido a que ese plazo vence en enero.
Como sea, en la Segpres destacan que Monckeberg jugó un rol clave en las tratativas en el Senado para evitar que avanzara la acusación contra Pérez, la que se terminó desestimando el lunes. “Ese fue el primer respiro”, comentan en el gobierno.
De igual manera, en el Ejecutivo hay quienes aseguran que esta semana Monckeberg ha concentrado todos sus esfuerzos en sellar un acuerdo primero con Chile Vamos sobre el segundo retiro del 10%, lo que se concretó el miércoles en la tarde, cuando se logró amarrar que se apoye un proyecto alternativo del gobierno. “Ese es su segundo respiro para disipar cuestionamientos”, transmitían ayer en Palacio. De hecho, el propio Monckeberg hizo el anuncio junto a Briones, a la titular de Trabajo, María José Zaldívar, y a parlamentarios del sector. En ese sentido, ahora la apuesta es lograr que la oposición se sume a ese mensaje, amarrándolo a un acuerdo en la reforma de pensiones.
En el entorno de Monckeberg dicen que él desde el día uno impulsó al interior del gobierno que había que sumarse a la idea de un segundo retiro con algunas adecuaciones, en vez de optar por acudir al Tribunal Constitucional. Y agregan que, en esa línea, sostuvo el miércoles múltiples conversaciones con parlamentarios de la oposición y de Chile Vamos, incluso, con la senadora y presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, quien ha sido crítica de la gestión de Monckeberg.
De hecho, fuentes de Palacio señalan que las palabras del Presidente Sebastián Piñera, quien advirtió que iría al TC en caso de que no se lograra revertir en el Congreso el proyecto del segundo retiro, ha complicado las tratativas y que la apuesta de Monckeberg es lograr sellar un acuerdo con la centroizquierda.
Pese a eso, el Ejecutivo de todas maneras buscaría -hasta ahora- ir al TC en contra del proyecto de 10% que ha impulsado la oposición, para que el organismo objete esa iniciativa y, de esa manera, se legitime la propuesta alternativa del gobierno.
En este contexto, los cercanos a Monckeberg defienden su rol en el gobierno, recalcan que es un puente importante con la oposición y sostienen que le da “sensatez” a las discusiones.
Desde la centroizquierda, en tanto, tienen visiones disímiles sobre la labor del secretario de Estado. Desde algunos comités opositores en el Senado sostienen que Monckeberg, a diferencia de uno de sus antecesores, Felipe Ward, mantiene una “buena relación con el sector y que, de hecho, es una figura útil como nexo con La Moneda. “El ministro Monckeberg es un muy buen nexo con el Parlamento, al menos yo lo he sentido así y espero que se entienda que él juega un rol importante en la relación como ministro secretario general de la Presidencia con el Senado y la Cámara”, dice la jefa de comité de la DC, Ximena Rincón.
Sin embargo, otros en el sector tienen una mirada más crítica respecto del rol que ha cumplido. En ese sentido, algunos cuestionan que en temas como la discusión de escaños reservados para la convención constitucional o el proyecto que buscaba regular el financiamiento del plebiscito, el secretario de Estado no ha sido quien lidere las negociaciones.
Fuente: La Tercera