Los bebés suelen llorar desconsoladamente por al menos dos horas al día. Sin embargo, alrededor del 20% lo hace por causa de los cólicos.
Debes considerar que el llanto es la única forma que tienen los recién nacidos para comunicarse con su entorno y por eso lo hacen frecuentemente.
Esos desesperantes episodios pueden ser frustrantes para los padres, quienes no saben cómo consolar a su hijo, ni mucho menos el origen de su molestia. Sin duda eso provoca que los primeros meses de la paternidad sean los más desafiantes.
“No te vuelvas loco intentando averiguar la causa de su llanto”, aconsejó el especialista. “Todos lloran. Es solo parte de ser un bebé”, agregó.
Ante un episodio de llanto desesperado, los pediatras recomiendan crear un entorno similar al que tenían en el útero. Para eso, puedes utilizar ruido blanco o los latidos del corazón, acurrucar al bebé en una manta y mecerlo suavemente.
Otra opción es sacar al bebé de la habitación llena de gente, tomar un baño caliente o pasearlo. Según el pediatra, algunos se calmarán solo utilizando un chupete.
No obstante, si esas estrategias calmantes no funcionan, y el bebé sigue llorando y quejándose excesivamente, es posible que tenga cólicos.
Los desesperantes cólicos
Por definición, el cólico es el llanto más común por “razón desconocida”. Cabe señalar que esos gritos suenan urgentes y dolorosos. Asimismo, en ocasiones el bebé mostrará los puños cerrados, la cara roja y exceso de gases.
El pediatra describe que generalmente el llanto por cólicos comienza alrededor de las tres semanas de edad, alcanza su punto máximo a las seis semanas y mejora a los tres meses.
Sin embargo, existen otras condiciones que pueden confundirse con los cólicos. Es el caso del reflujo ácido, cuando sube al esófago o a la boca y produce ardor. Una segunda causa pueden ser las alergias a las proteínas.
El reflujo ácido generalmente causa llanto varias veces al día después de las comidas, mientras que la alergia a las proteínas provoca que los bebés estén inquietos todo el tiempo.
En el caso de que tu bebé reciba un diagnóstico de cólicos, es probable que tu pediatra te asegure que está haciendo un gran trabajo y que “las cosas mejorarán con el tiempo”, destaca.
Debido a que generalmente no existen tratamientos para los cólicos, el Dr. DeBlasio recomienda cambios simples para ayudar a “liberar” los gases, como eructos frecuentes y reemplazar las mamaderas tradicionales, por una que reduzca la deglución de aire.
Es solo una etapa
Los padres de bebés con cólicos tienen tasas más altas de ansiedad, depresión posparto y falta de sueño, advierte la Dra. Kristen Slack, pediatra del Children’s Hospital of Philadelphia. “Siempre trato de recalcarle a los progenitores que ningún recién nacido ha muerto por llorar durante 20 o 30 minutos”, asegura la especialista.
De ese modo, por más frustrantes que puedan ser los primeros meses, debes tener en cuenta que es solo una etapa. “Todo mejora. Todos los bebés con cólicos eventualmente se calman”, complementa DeBlasio.
No obstante, si crees que tu bebé tiene cólicos, asegúrate de conversarlo con tu pediatra. El llanto constante también podría ser un signo de una lesión menor o más grave, o incluso de abuso infantil.
Fuente: BioBioChile