Héctor Vergara Peña (28) lleva dos meses atrapado en Macedonia del Norte. De la noche a la mañana -asegura- las fronteras se cerraron y no pudo volver a Chile, debido a las medidas restrictivas que rigen en el país del sureste de Europa. Vive de emergencia en un Airbnb, pero sus ahorros están a punto de agotarse. Por ello, pide ayuda al Gobierno, para que puedan facilitar su salida.
Héctor llegó el 5 de marzo de este año a Macedonia del Norte, un pequeño país de los Balcanes que tiene poco más de dos millones de habitantes. Fue de vacaciones, pero todo cambió rápidamente: a tres días del viaje que lo traería de vuelta a su casa, en La Granja, se cancelaron los vuelos y simplemente quedó atrapado.
Al comienzo iba todo bien, relata. Recorrió varias ciudades por casi dos semanas, sin embargo, el 18 de ese mes, al retornar a la capital, Skopie, iniciaron las restricciones y con ello los problemas, al no poder abordar el retorno a Chile agendado para el 21 de marzo.
“Las aerolíneas no contestaban… Hasta el día de hoy no se que va a pasar con mi ticket de avión que tenía comprado”, dice.
Según cuenta, todo “fue muy rápido y repentino” y no tuvo oportunidad de tener un plan B. De emergencia arrendó una pieza por Airbnb, la que le ha servido para cumplir con cuarentenas y toques de queda que se han instaurado en el país.
“La dueña me ha ayudado bastante, me hizo una rebaja para poder estar un poco más de tiempo acá y comprende la situación. Se agradece bastante”, valora.
Lo ocurrido -agrega- ha sido “bastante caótico, estresante, duro, no entiendo el idioma acá” y para peor los ahorros se le han agotado, por lo que sus padres han debido ayudarlo con dinero.
Por ello, pidió ayuda al Consulado de Chile en Grecia, pues en Macedonia del Norte no hay oficinas, ni embajada. No le han dado “respuesta alguna”, acusa.
En esa línea, solicitó que el Gobierno pueda gestionar su salida del Macedonia del Norte. “No tener una respuesta del Consulado o Embajada deja mucho que desear”, señala.
Según sostiene, Macedonia del Norte -pese a las restricciones- ha permitido repatriar a personas de otros países, pero “lamentablemente Chile, Cancilleria y el Consulado no brindan la ayuda que necesitamos”.
“Tampoco pedimos algo gratis, pero quizás algo accesible a pagar y que realmente podríamos optar con certeza de que podríamos salir de acá”, sentencia.
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