Sin máscaras suficientes y obligados a usar varias veces los mismos trajes de protección, los médicos y el personal médico de Wuhan, la ciudad china epicentro del nuevo coronavirus, trabajan con miedo y expuestos a un contagio.
La muerte el viernes del doctor Li Wenliang, infectado por el virus y que fue convocado por las autoridades por haber sido de los primeros en dar la alerta, es un ejemplo de las difíciles condiciones de trabajo de los que están en primera línea.
El principal problema es la falta de material médico.
En la ciudad de Wuhan, donde en diciembre apareció el coronavirus, murieron el 74% de los cerca de 1.100 registrados hasta ahora en el mundo y allí están también el 43% de todos los pacientes contaminados.
“Para ahorrar los trajes de protección integral, muchos colegas solo se lo cambian una vez cada cuatro, seis o incluso ocho horas”, explica una médico a la AFP.
Esta doctora trabaja para un gran hospital que acoge a los enfermos graves de la pneumonmía viral en Wuhan, de facto en cuarentena desde el 23 de enero.
“Durante todo este tiempo los colegas no pueden ni comer, ni beber ni ir al baño”, explica sin querer dar su nombre, por miedo a represalias.
La Comisión Nacional de Sanidad reconoció que algunos médicos llevan pañales para adultos durante sus largas horas de trabajo.
De los 59.900 trajes de protección que se necesitan a diario, los médicos y enfermeras de Wuhan solo tienen 18.500, indicó el vicealcalde de la ciudad, Hu Yabo.
Lo mismo pasa con las máscaras N95 para protegerse del virus. Se necesitarían 119.000 al día y solo hay 62.200.
“Mejor que nada”
Una situación que escandaliza a Xu Yuan, una china que vive en Estados Unidos y está cada día en contacto con amigos médicos y enfermeros que trabajan en los hospitales Tongji y Xiehe de Wuhan, los que acogen a los pacientes más graves.
Desde diciembre dice haberse gastado 4.600 euros para comprar trajes de protección y enviárselos a sus amigos.
“Uno de ellos se ve obligado a llevarlo cinco días seguidos. Cada día lo lava con desinfectante después de haberlo usado. Dice que no sirve para nada pero que es mejor que nada”, explica este mujer por teléfono a la AFP.
“Me envió un vídeo. Se le ve en una ambulancia yendo a buscar a ocho pacientes sospechosos de estar contaminados. ¿Se imagina (…) ir sin un traje adecuado, rodeado de ocho fuentes potenciales del virus?”.
Wuhan tiene oficialmente 19.558 personas contaminadas pero en los hospitales hay mucha más gente.
“Los médicos de todas las especialidades están llamados al refuerzo. En un servicio reciben 400 pacientes en ocho horas”, explica el mismo médico de Wuhan, que se prepara para empezar a trabajar.
“Muchos de nuestros colegas tienen delante a pacientes extremadamente contagiosos, o cuyo estado empeora y que mueren muy rápido”, explica. Su hospital tiene incluso un servicio de seguimiento psicológico para los médicos.
Algunos empleados hablan de sus condiciones de trabajo en las redes sociales o en los medios pero muchos temen hablar y el Partido Comunista censura todo lo que pueda causar descontento.
Fue el caso hace unos días de un vídeo en directo de un periodista en el que se veía un hombre saliendo de un coche negro para recoger un paquete de máscaras N95 sin decir para quién era.
El periodista descubrió después gracias a la matrícula que el coche pertenece al alcalde, un caso que desató una ola de críticas.
“Aunque no nos dan más máscaras, el número de pacientes aumenta todavía más rápidamente. Sin N95, tenemos que utilizar N90, menos filtrantes, o simples máscaras quirúrgicas”, explica el médico.
Según un estudio publicado el viernes en la revista médica estadounidenses Jama, 40 personas fueron contaminadas en un hospital de Wuhan, signo del riesgo que corre el personal médico.
“Aquí tenemos a 17 médicos que podrían estar contaminados”, asegura otro médico de un pequeño hospital de barrio.
A causa de la escasez de material, el personal se ve incluso obligado a llevar blusas de trabajador.
“A los que tenemos fiebre nos ponen en cuarentena. Pero no somos suficientes trabajando. Por eso, si al cabo de siete días no tienes fiebre, el hospital te presiona para que vuelvas a trabajar”, explica.
Mientras tanto la industria no da abasto y la producción nacional de máscaras solo está al 73% de su capacidad normal, reconoció el domingo a la prensa Chen Da, un alto responsable de la Agencia Nacional de Planificación.
Fuente: BioBioChile.cl