La madrugada de este domingo falleció Vilma Vidal Fernández, mujer de 46 años que padecía de Leucemia Mieloide Aguda y que necesitaba un trasplante de médula ósea con urgencia, operación que se le negó por su edad, lo que dio inicio a un proceso judicial que terminó fallando parcialmente a su favor.
Luego del diagnóstico, los médicos tratantes le señalaron que debía ser sometida a un “transplante Alogénico de Médula Ósea (con hermano o hijo), según estudio de compatibilidad”.
Dicha operación se encuentra cubierta por el sistema de Garantías Explícitas en Salud (GES), por lo que el caso se sometió a evaluación por parte de la Comité de Trasplante Médula Ósea del Ministerio de Salud, quienes lo rechazaron debido a que el requisito para que se aborde dicho procedimiento, al menos en el sistema público, es ser menor de 40 años, lo que se encuentra establecido en sus protocolos.
Sin embargo, “los seis Médicos del Comité Hemato Oncológico de la PUC adherían al criterio del médico tratante. Afirmaban que en el sistema privado han hecho trasplantes del tipo en pacientes de hasta 65 años”, señaló en octubre pasado Rodrigo Rettig, quien fue abogado de Vilma.
Debido a dichos antecedentes y mientras el caso era evaluado por la Comisión de Trasplante de Médula Ósea, Vilma y Rettig presentaron un recurso de protección anticipándose al rechazo.
El caso llegó hasta la Corte de Apelaciones de Santiago, quienes en su fallo de julio de 2019 resolvieron acoger el recurso de protección, determinando que “la Subsecretaría de Salud Pública, deberá disponer lo pertinente para que, a la brevedad, se realice el trasplante de médula ósea que ella requiere, en las dependencias de Hospital Clínica de la Pontificia Universidad Católica, sin costas”.
Tras el fallo, el Ministerio de Salud decidió apelar a la Corte Suprema, quienes determinaron que “se confirma con declaración la sentencia apelada (…) para el sólo efecto que la recurrida emita – en forma urgente y a la brevedad- un nuevo y fundado pronunciamiento respecto de la solicitud de la actora, en el que se consideren pormenorizadamente criterios distintos a la edad al momento de emitir su informe así como las opiniones profesionales señaladas”.
Por tanto, el fallo establecía que nuevamente la situación de Vilma debía ser sometida a evaluación, pero esta vez su edad no debía ser un factor relevante para determinar el proceder.
Debido a lo anterior, Rettig se comunicó con la comisión vía telefónica, quienes le señalaron que evaluarían el caso el 25 de septiembre de 2019, sin embargo, el abogado señaló que ese día no recibió ninguna respuesta.
Asimismo, señala que pasaron varios días sin que recibiera respuesta, por lo que se informó a la Corte Suprema de lo sucedido, quienes le solicitaron a la comisión el 3 de octubre una respuesta en un plazo máximo de 48 horas.
“Entre medio, vía teléfono se me refirió que, aún cuando había un fallo judicial que pedía un nuevo pronunciamiento, ‘le vamos a decir que no. Los recursos son escasos y las necesidades múltiples’. Desacato judicial flagrante y ordinario”, señaló Rettig a través de su Twitter en ese entonces.
Además, Rettig señala que se interiorizó sobre los hechos y señaló que “la Comisión de Trasplante de Médula Ósea del Minsal tiene continuas y erráticas formas de proceder que implican eventuales abandonos de deberes y, en este caso, denegación y desacatos de fallos judiciales”.
Luego de no recibir respuesta, el defensor informó desacato y la justicia tardó un mes y medio en resolver el escrito, en diciembre del 2019.
“Mientras tanto, Vilma empeoró y perdió la posibilidad de trasplantarse porque tuvo una recaída”, señaló.
Explicó además que, luego de la solicitud de desacato, finalmente le aceptaron el trasplante, pero exigieron que la paciente se encontrara en remisión, o sea, realizar el procedimiento luego de otra quimioterapia. “No aguantó”, señaló Rettig.
Fuente: BioBioChile.cl