Hunter Wart es un joven de 19 años residente de Indiana en Estados Unidos que pasó un año trabajando a modo de reunir los US$10 mil dólares que costaba una caja especial para que padres pudieran entregar de manera anónima y segura a los bebés recién nacidos que no quisieran o no pudieran criar.
El recipiente fue instalado en una compañía de Bomberos de la ciudad de Seymour en junio de 2019 y esta semana fue utilizado por primera vez, con una bebé que tenía cerca de una hora de vida de acuerdo al jefe del recinto, Brad Lucas.
Este hecho llegó a medios locales, nacionales e internacionales e incluso le valió a Wart el reconocimiento de la municipalidad en la voz del alcalde Matt Nicholson.
“Fue mucho trabajo, sangre, sudor y lágrimas”, dijo a CNN la madre del estudiante, Julia Kwasniewski, quien tuvo que regar los jardines de vecinos y recolectar metal para poder reunir el monto requerido por su proyecto de senior, lo que en Chile equivaldría a cuarto medio.
Los aparatos son vendidos por Safe Haven Baby Boxes, una organización sin fines de lucro fundada por Monica Kelsey, una mujer que fue abandonada cuando pequeña.
En conversación con el citado medio, Kelsey afirmó que previo a su iniciativa dos a tres recién nacidos morían cada año en la zona tras ser dejados a su suerte en condiciones de abandono.
“Estos bebés eran dejados en basureros y contenedores. A uno lo dejaron en la puerta de un hospital. Ese se congeló hasta morir antes de ser encontrado, pero esta niñita va a crecer sabiendo lo mucho que su madre biológica la amó, tal como lo supe yo”, afirmó.
Wart pidió que la niña sea llamada Mia, tras lo cual medios comenzaron a referirse así de ella, y anunció que comenzó a ahorrar para comprar otra caja para estos mismos efectos.
Según la organización, las cajas tienen por objetivo ayudar sobre todo a madres que atraviesen por una crisis tras el parto y para que estas puedan entregar a los menores “de manera anónima y segura”.
“Una baby box es instalada en la pared exterior de una compañía de bomberos u hospital. Tiene una puerta exterior que se cierra automáticamente luego de ubicar al bebé dentro y una puerta interior que permite que personal médico rescate al menor desde dentro del recinto designado”, explicaron.
Fuente: BioBioChile.cl