Este jueves la Policía alemana informó del arresto en la sureña ciudad de Ulm y agregó que los bebés envenenados sobrevivieron el atentado. La Fiscalía de esa ciudad acusa a la enfermera de haber suministrado morfina de forma injustificada a cinco bebés prematuros, poniendo gravemente en riesgo su salud.
La joven, que niega la acusación, se encuentra en prisión preventiva mientras se le investiga por cinco presuntos intentos de homicidio y de graves lesiones físicas. Hasta ahora, se desconoce el posible móvil de la sospechosa.
La investigación se inició a raíz de la denuncia de la clínica de Ulm donde trabajaba la sospechosa, después de que en la madrugada del pasado 20 de diciembre cinco recién nacidos prematuros sufriesen de forma simultánea problemas respiratorios graves.
Jeringa con morfina en casillero de sospechosa
La rápida intervención del personal sanitario evitó consecuencias mortales, pero el caso despertó suspicacias. En un principio se pensó que se trataba de una infección, pero las pruebas realizadas a los cinco neonatos detectaron, en al menos dos casos, restos de morfina en la orina de forma injustificada.
Este martes, la Policía descubrió en el casillero de la enfermera una jeringa con leche materna en la que también se ha detectado morfina, aseguró el fiscal jefe de Ulm, Christof Lehr. Esto llevó a su detención.
La clínica, por su parte, se ha disculpado por el “incidente” y ha pedido expresamente perdón a los bebés y a sus familias.