Fue una de las mayores estrellas mundiales de la lucha libre y su figura fue clave en popularizar a la WWE a nivel mundial en la década de los 80, era el villano perfecto: enorme, poderoso, cara de pocos amigos y un aspecto rudo, era Andre The Giant o André el Gigante, quien desde su adolescencia fue advertido de que su vida sólo duraría hasta los 40 años.
Sus manos eran del tamaño de una cabeza, podía aplastar una lata de cerveza, sus amigos aseguraban que podía beber más de 100 cervezas al día y que lo hacía con regularidad, recorrió el mundo como una atracción, peleó con un boxeador profesional y terminó siendo una leyenda.
André René Roussimoff nació el 19 de mayo de 1946 en Grenoble, en los Alpes franceses, hijo de inmigrantes de Europa del Este y el tercero de cinco hermanos. En la pubertad comenzó a llamar la atención por su tamaño, pues a los 12 años ya medía 196 centímetros.
Aunque su estatura llamaba la atención de su familia y sus pares, incluso tuvo complicaciones en su juventud, por ejemplo no podía tomar el autobús escolar, por lo que un vecino lo llevaba en su camión: ese residente era el futuro ganador del premio Nobel de literatura, Samuel Beckett.
El escritor se había construido una cabaña en Grenoble, donde recibió la ayuda de un granjero de origen búlgaro, Boris Roussimoff, padre de André, por lo que Becket terminó llevando al niño al colegio, en una vuelta de favor, consigna diario El País de España.
Al salir del colegio, André comenzó a trabajar en el campo con su padre, cuando tenía 16 años y ya medía 2,12 metros, llamando la atención de todas las personas que pasaban cerca de él, hasta que un cazatalentos lo descubrió y se lo llevó a París con la intención de introducirlo en la lucha libre.
En la capital francesa se dedicaba en la noche a aprender lo básico de la lucha libre, mientras en el día trabajaba en una empresa de mudanzas, algo para lo que tenía facilidad debido a su tamaño. En este periodo un médico lo diagnosticó con acromegalia: una enfermedad crónica, causada por una lesión de la glándula pituitaria, que genera un aumento en el tamaño de las manos, de los pies, de las mandíbulas y de la nariz.
Esplendor de la carrera
Apodado como Géant Ferrè inició su carrera en la lucha libre, convirtiéndose en el gran atractivo de los espectáculos en París, donde su tamaño comenzó a ser mitificado, a la par que llamaba la atención, por lo que rápidamente atrajo la atención de promotores más grandes, por lo que con 22 años y midiendo 2,22 metros se fue a Japón.
En tierras niponas inmediatamente causó impacto, en un país con una estatura promedio básica, Géant Ferrè lograba llenar coliseos y además aumentó sus habilidades, pese a su gran tamaño se movía con cierta agilidad y hasta era capaz de realizar patadas voladoras, por lo que dio el siguiente paso en su carrera: Estados Unidos.
Tras un breve paso por Canadá, llegó a Estados Unidos, donde primero le cambiaron el nombre a André The Giant (André el Gigante). Aunque luchó algún tiempo en la American Wrestling Associated (AWA) y otras empresas, en 1973 firmó por la World Wide Wrestling Federation (WWWF y actual WWE), la compañía más grande de lucha libre en Norteamérica, aunque por esos años solo dominaba la costa este.
El dueño de la WWWF, Vince McMahon Sr., vio en André una máquina para hacer dinero, pero primero hizo algunos cambios en el gigante: le pidió que dejara de moverse con agilidad o usar patadas voladoras y, para que se viera más poderoso, las entrevistas televisivas las hacía parado sobre alguna caja, para exagerar su altura.
Entonces recorrió el mundo luchando como André The Giant, incluso en espectáculos llamativos como su pelea contra el boxeador Chuck Wepner (inspirador de Rocky), a quien derrotó tras arrojarlo sobre la tercera cuerda.
Pero mientras se hacía millonario, la depresión comenzaba a afectar a André, quien siempre rechazó la idea de que las personas lo miraran como un extraño o una excentricidad de la naturaleza.
“La gente no se da cuenta de que me cansan con sus preguntas de cuánto mido o cuánto peso. Demasiadas preguntas. Por eso voy a los restaurantes a media tarde o entrada la noche. Quiero ser educado y agradable, pero a veces me lo ponen difícil. Pagaría por ser capaz de vivir un día a la semana como un hombre de tamaño normal. Iría de tiendas, iría al cine y conduciría un coche deportivo por La Quinta Avenida y miraría a los demás en vez de ser observado”, dijo Sports Illustrated en 1981.
Con el tiempo, André también ganó la fama de ser un gran bebedor, aunque pocas personas han afirmado que lo vieron en estado de ebriedad o con complicaciones por el alcohol, pues aseguraban que debido a su tamaño, que a inicio de los 80’ era de 2,22 metros de altura y 250 kilos de peso, le daban una gran “resistencia”. Incluso, sus amigos contaban que llegó a consumir 177 latas de cerveza en un solo día.
El periodista de SI Terry Todd que realizó un reportaje de 1981 sobre el luchador, estuvo una semana con él y pudo comprobar su fama de gran bebedor.
“Durante la semana que estuve con él, su consumo diario promedio fue una caja de cerveza; dos botellas de vino, generalmente francés, con sus comidas; seis u ocho tragos de brandy, generalmente Courvoisier o Napoleón, aunque a veces aguardiente; media docena de licores como Bloody Marys o Screwdriver ; y el extraño vaso de Pernod (anís francés). Pero durante el tiempo que estuve con André, nunca lo vi mostrar ninguna indicación de que el alcohol lo estaba afectando”, contó.
Últimos años
La lucha libre cambiaría para siempre en 1984, cuando Vince Kennedy McMahon se hizo cargo de la WWWF, cambió el nombre a WWF (después a WWE) y comenzó una nueva era de la lucha libre, hasta entonces las compañías en Estados Unidos trabajaban en determinadas regiones, pero él dio paso a una expansión a nivel nacional y mundial.
Hulk Hogan fue presentado como el héroe americano favorito de los niños, campeón mundial, estelarizó el primer Wrestlemania y entre 1984 y 1987 fue la gran estrella de la empresa, hasta que los guionistas decidieron enfrentarlo a André The Giant, que según la leyenda llevaba 15 años invicto, aunque nunca había obtenido el título máximo (hasta los 90 era extraño que un villano fuese campeón en la lucha libre).
La empresa pactó el combate para Wrestlemania III, el evento se realizó el 29 de marzo de 1987 en el Pontiac Silverdome de Michigan, donde acudieron 93 mil fanáticos, cifra récord de asistentes para un evento de lucha libre hasta 2016.
Aunque la lucha fue ganada por Hogan, André se consolidó como el gran villano o heel de la época, aumentando su estatus de leyenda.
Ocaso y muerte
André tenía 40 años al momento de su rivalidad con Hogan, la misma edad que habían vaticinado los doctores que viviría, pero su carrera siguió en buen estado y hasta logró ser campeón mundial, aunque por un día, pues regaló su título a Ted Di Biase
“He tenido suerte y le estoy agradecido a la vida. Si muriera mañana, habré comido más manjares y bebido más vinos y cervezas exquisitas, y habré tenido más amigos y visto más mundo que el común de los mortales”, indicó a SI.
Tras la rivalidad con Hogan, las apariciones de André comenzaron a disminuir en la WWF, pues los años de lucha le pasaron la cuenta a su cuerpo. En un periodo de escasa profesionalización, los luchadores recurrían a drogas o sencillamente toleraban el dolor, como era el caso del francés, quien se sometió a una cirugía en la espalda.
Cuentan que necesitaron dos camillas para operarlo y que el anestesista no sabía qué dosis darle, debido a su tamaño.
“Tenía la espalda destrozada de todas las sillas que le habían roto contra su cuerpo en el ring. Bebía para calmar el dolor”, afirmó Carl Elwes en un documental de HBO en 2018.
En 1993, André regresó a París al funeral de su padre, pero la noche del 23 de enero falleció producto de una insuficiencia cardíaca, tenía 46 años, seis más de lo que le habían proyectado.
Tras su muerte, fue el primer luchador en ser ingresado al Hall of Fame de la WWE como homenaje a su carrera, hasta la actualidad es considerado una de las máximas referencias de esta actividad y considerado el heel (villano) por excelencia.
