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Ultraderecha usa asesinato de niño en línea del tren para apuntar contra migrantes en Alemania

Alemania seguía conmovida este miércoles por la muerte de un niño de 8 años, al que empujaron bajo un tren el lunes en Frankfurt, mientras las autoridades suizas buscaban al sospechoso del caso, un eritreo aquejado de problemas psiquiátricos.

El responsable de este horrendo crimen fue un hombre identificado como Habte Araya, un hombre de 40 años oriundo de Eritrea y que residía en Suiza, desde donde había huid tras agredir a su familia el pasado jueves y que años antes fue “ejemplo” de la integración de migrantes en Europa.

El sospechoso de la muerte del niño no fue controlado cuando entró en Alemania, pese a que la policía suiza había emitido órdenes de búsqueda contra él.

Tras conocerse la identidad del sospechoso, se generaron una serie de reacciones políticas, particularmente la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD, según sus siglas en alemán), que ocupó este caso para criticar las políticas migratorias de la canciller Angela Merkel.

“¿Qué más tiene que pasar? Protejan a los ciudadanos de nuestro país, en lugar de la política ilimitada de acogida”,
 publicó la colíder de la AfD, Alice Weidel, en su cuenta de Twitter, una vez que se conoció el caso, el último lunes.

Aunque la policía baraja la tesis de posibles problemas psiquiátricos del sospechoso -se descartó consumo de drogas o drogas- en la ultraderecha piensan que es una excusa para suavizar el crimen.

“Es extraño que los delincuentes de las comunidades de migrantes a menudo sufran trastornos mentales”, apuntó Weidel, consignó el portal español Público.

La líder de la ultraderecha también propuso el cierre de las fronteras y criticó que las autoridades alemanas hablaran sobre mejorar los sistemas de seguridad al interior de las estaciones y terminales.

“Ahora quieren estaciones más seguras, como si los peligros estuvieran sólo en esas áreas. Los alemanes han sido apuñalados en el supermercado, bajando las escaleras del metro o violados en el parque. Si se quiere mejorar la sensación de seguridad de la población, hay una medida suficiente: cerrar las fronteras y denunciar sin piedad a ilegales y delincuentes”, agregó en una nota del portal alemán Jungefreiheit.

Segundo caso

Weidel también hizo referencia a otro caso similar ocurrido hace unos quince días en el oeste del país, para denunciar la política migratoria del Gobierno de Merkel, que considera demasiado laxa.

En este caso, el presunto asesino es oriundo de Serbia.

Según indicó este miércoles el jefe de la policía nacional alemana, Dieter Rommann, el sospechoso está siendo buscado por las autoridades suizas a causa de unas agresiones ocurridas el 25 de julio en ese país, donde vivía desde 2006.

Ese día, el hombre “amenazó con matar a su vecina con un cuchillo, intentó estrangularla y luego la encerró en su casa antes de huir”, declaró Romann. Además, tuvo un acceso de ira sin razón aparente, encerró a su esposa a sus tres hijos de 1, 3 y 4 años en el apartamento familiar.

Datos sobre migración

Más allá de las críticas expresadas por Weidel, los datos sobre el proceso migratorio y la política de acogida de los últimos años, muestran que no han repercutido en los índices de criminalidad en Alemania.

De acuerdo al último informe de criminalidad del Ministerio del Interior de Alemania, hubo un descenso del 5,1% en los delitos violentos entre 2016 y 2017. El índice más bajo desde 1992.

El mismo informe sostiene que aumentaron en un 2% los delitos antisemitas y en las últimas semanas, se reactivó el temor a la violencia política, con el asesinato de Walter Lübcke, político conservador la región de Hesse y favorable a una migración abierta. La policía detuvo por este hecho a un sospechoso de 45 años vinculado a la esfera neonazi de Alemania.

Además de este crimen, se han registrado en los últimos meses una serie de amenazas contra políticos favorables a una migración abierta.

El gobierno de Merkel ha impulsado una política de migración por cuotas en Europa, recibiendo desde la crisis de 2015, en torno a 1,5 millones de refugiados o migrantes, lo que ha llevado a una crisis al interior de su partido y la decisión de no ir a la reelección en 2021.

Fuente: BioBioChile.cl

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