Un niño de Inglaterra que sufría de alergia al glúten y los productos lácteos falleció el pasado mes de junio luego de haber consumido un chocolate que le dio de comer su propio padre. Según reveló la investigación policial, el adulto compró una barra de cacao que no tenía gluten, pero sí leche en polvo.
Según detalló el diario inglés The Sun, Raffi Pownall (11) tenía una alergia que le impedía comer productos hechos a base de leche. Si bien sus padres estaban al tanto de esta situación y velaban por su cuidado, un accidente provocó su deceso.
El hecho ocurrió a comienzos del mes de junio, cuando el menor fue junto a su padre Thomas al supermercado. Allí el hombre compró un chocolate de la marca Morrison’s. Ya en casa, Raffi comenzó a comerlo e inmediatamente sintió los efectos adversos: comenzó a vomitar.
Mientras esto ocurría, el hombre revisó el envoltorio del producto, dándose cuenta de inmediato que éste, pese a no tener gluten, contenía una cantidad importante de leche en polvo. Su reacción inmediata fue darle su inhalador y EpiPen, luego llamó a una ambulancia
El niño fue llevado inmediatamente hasta el Hospital Royal Blackburn, donde fue atendido de urgencia. Lamentablemente, falleció a las pocas horas producto de una anafilaxia (reacción alérgica grave en todo el cuerpo, producto de un químico que se ha convertido en alérgeno).
Debido a este hecho, Thomas Pownall debió responder a una investigación que inició de oficio la policía de la ciudad de Burnley, la cual se resolvió en los últimos días concluyendo que la muerte del menor de edad se debió a un lamentable accidente.
Coroner Richard Taylor, jefe de la policía, indicó en un comunicado que Pownall quedó liberado de cargos debido a que, en aquel momento, hizo todo lo posible por salvar a su hijo.
“El señor Pownall hizo lo humanamente posible para salvar a su hijo, pero no resultó y el niño fue trasladado de su casa en Marsden Road al Hospital Royal Blackburn, donde fue declarado muerto a las 17:43 horas de la tarde”, sentenció.
“La conclusión que deja esta investigación es que se trató de una muerte accidental, producto de haber ingerido inadvertidamente un pequeño trozo de chocolate que contenía leche en polvo que se creía inexistente en éste”, agregó.
Alergias alimentarias en menores: experta aclara qué debes saber para identificar este padecimiento
Las alergias alimentarias infantiles han aumentado su incidencia en los últimos años a un 80%, sostiene la doctora Colomba Cofré, gastroenteróloga pediátrica de la Sociedad Chilena de Gastroenterología (SChGE) y de su filial ACTECCU (Agrupación Chilena de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa).
Pese a que en su opinión existe un generalizado sobrediagnóstico, en la edad pediátrica ocurren distintos mecanismos que conducen a alergias, cuyas manifestaciones son variadas y van desde la aparición de ronchas en la piel, a vómitos o diarrea tras la ingesta de ciertos alimentos. “El síntoma más frecuente es la presencia de sangre en las deposiciones (proctocolitis alérgica), principalmente en lactantes menores de 6 meses. Son niños que se ven sanos y la causa más común es la proteína de la leche de vaca”, señala.
En estos casos, la doctora Cofré señala que la recomendación es suspender la leche de vaca y sus derivados, y observar si persiste el sangrado. En caso de mantenerse el síntoma, se aumentan las restricciones a otros alimentos como los frutos secos, pescados y mariscos. En general, como se trata de niños menores de un año alimentados de leche materna, la dieta parte por la madre, restringiéndosele la leche y sus derivados, y la soya por similitud; mientras el niño mantiene el tratamiento por al menos 6 meses.
“Habiendo pasado por un periodo de prueba, en que se suspenden los lácteos y el niño mejora, se realiza una contraprueba en que la mamá vuelve a ingerir lácteos. Si el niño vuelve a tener los síntomas; es decir, sangre en sus deposiciones, entonces se confirma el diagnóstico. Ahora bien, si la mamá no tiene leche suficiente o si el niño no está siendo alimentado al pecho, se indica una fórmula láctea en base a proteína de la leche de vaca altamente hidrolizada (proteína fraccionada), eliminando así el alérgeno mediante la hidrolización”.
En el 90% de los casos, cerca del año de vida, es superada esta alergia alimentaria pediátrica, mientras que otros lo hacen a los 2 años.
Fuente: BioBioChile.cl