“Atacama Seafood” es un emprendimiento local que busca revalorizar las algas de las costas de Atacama, creando productos y preparaciones con identidad local y alto valor nutricional.
Pizzas, pan de masa madre, pebre, pesto, croquetas de jurel, chicharrón de pescado y el clásico de la gastronomía nacional: el charquicán, fueron algunas de las preparaciones que incorporaron en sus recetas el alga parda y que formaron parte de la degustación que realizó la empresa calderina “Atacama Seafood” junto a los chefs de diferentes restaurantes de Bahía Inglesa.
El Biólogo Marino, Felipe Jofré y la Tecnóloga en Alimentos, Patricia Soto, crearon en el año 2015 la empresa “Atacama Seafood”, que busca revalorizar las algas pardas que provienen de las costas de Atacama creando productos y preparaciones con identidad local y un alto valor nutricional. Este proyecto contó con el apoyo del Gobierno de Chile, a través de Corfo y el Programa Regional de Apoyo al Emprendimiento (PRAE), gracias al cual recibió un aporte de 20 millones de pesos para la validación comercial de sus líneas de productos. Además, contó con el patrocinio de Chrysalis, Incubadora de Negocios de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, sede Atacama para la implementación del proyecto.
“Como Corfo buscamos apoyar este tipo de emprendimientos, que son innovadores, con identidad local y además que aportan a la calidad de vida de los habitantes de nuestra región. El Presidente Sebastián Piñera nos ha pedido apoyar a los emprendedores que con sus ideas buscan innovar y creemos que “Atacama Seafood” es un caso de éxito que representa ese espíritu. Además, con el consumo de este producto aportamos al programa “Elige Vivir Sano”, impulsado por el Gobierno de Chile y se enmarca en el acuerdo de Corfo con Junaeb nacional para aumentar el consumo de productos del mar de origen nacional en el Programa de Alimentación Escolar”, señaló la directora regional de Corfo, Silvia Zuleta.
“Esta actividad tuvo como objetivo dar a conocer los productos que hemos desarrollado y hemos podido ver que el alga es muy práctica y maleable para adaptarse a las distintas preparaciones”, señaló Felipe Jofré, cofundador de “Atacama Seafood”.
Por su parte, Alejandra Tapia, directora de la Dirección de Incubación y Negocios de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chrysalis, destacó el proceso llevado a cabo para lograr la validación comercial de los diferentes productos que cuenta la empresa. “Estamos muy contentos con el trabajo realizado porque ha sido integral, porque hemos vinculado a mentores especializados en el área, a la empresa pública y también a los proveedores locales, tanto a los cocineros de los restaurantes hoy presente como también a los que proveen diariamente las algas: los algueros y algueras de nuestra región. Creemos que, sin perder de vista que esto debe ser un negocio, estamos logrando un producto con triple impacto”, señaló.
Mientras que Adolfo Torres, Productor del Festival de Gastronomía de Bahía Inglesa, destacó que la experiencia ha sido muy positiva porque “primero, estamos incorporando un producto tradicional e histórico que, además, se produce en nuestra comuna de Caldera; segundo, estamos agregando sabor y la textura y las características del mar pueden ser trasladadas a un plato en la altura andina de la región de Atacama o a cualquier lugar del mundo. Además, es transportable y tiene mucha durabilidad y estamos incorporando un producto con un sinnúmero de propiedades nutritivas comprobadas. También podemos reemplazar sodio y nos colabora con la flora intestinal, aporta colágeno y recubre las paredes intestinales, por ende, es un producto positivo en todas sus aristas y además proviene de un esfuerzo productivo local”.
Próximos pasos
“Atacama Seafood” también busca introducir las algas como base en la minuta de alimentación que reciben los alumnos de Educación Básica y para ello, está trabajando en una alianza con la empresa de alimentación Soser, que presta servicios al sistema alimenticio de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB).
Respecto de este proceso Felipe Jofré señaló que “a raíz del contacto y la cercanía que hemos tenido con Soser y Junaeb, se han ido desarrollando una serie de degustaciones, en la que han participado también alumnos, de manera de ir probando el nivel de aceptación del producto en los niños” y agregó que “en la primera degustación nos fue mucho mejor de lo que esperábamos, fue espectacular porque les gustó, se comieron todo y no hubo nivel de rechazo al saber que es un alga o que es algo que no habían comido antes. El sabor les gusta y eso depende mucho del trabajo que ha realizado el chef y la nutricionista, además de poder ir mezclando los productos que nosotros entregamos con su minuta, lo que ha encajado perfectamente porque la aceptación ha sido muy buena”, argumentó Jofré.
Es relevante mencionar que la línea de trabajo de “Atacama Seafood” utiliza metodologías que incrementan el potencial saludable del producto, como el proceso en que le quitan gran parte del porcentaje de sodio con el que cuenta el alga, con el fin de estar acorde a las más altas exigencias del mercado nacional.