La diabetes mellitus es una enfermedad caracterizada por una hiperglicemia sostenida en el tiempo, asociada principalmente a un déficit en la secreción de insulina (función endocrina pancreática).
Esta patología la podemos separar en dos grupos, la diabetes tipo 1, asociada principalmente a la población pediátrica y adolescentes, donde no es posible la prevención de la enfermedad, pero sí de sus complicaciones. En segundo lugar, la diabetes mellitus tipo 2, de prevalencia en el adulto con sobrepeso y obesidad, prevenible mediante estilos de vida saludables.
Desde una mirada global, podemos decir que la población mundial de adultos diagnosticados con diabetes ha aumentado de forma exponencial en los últimos 34 años, incrementando de 108 millones a 422 millones. Nuestro país hoy se posiciona en el segundo lugar del ranking de obesidad de los países de la OCDE, situación que se correlaciona con el aumento de los casos de diabetes en Chile.
Existen diferentes mitos sobre esta enfermedad, en particular, por la abundancia de contenido dentro de las redes sociales. Es considerada un “monstruo”, que acompañara a nuestros familiares para siempre. Sin embargo, la aceptación de la esta patología, educación en salud, la adherencia al tratamiento y, sobre todo, modificar y mantener estilos de vida saludables, reducen significativamente las complicaciones asociadas a la diabetes y permiten mantener una óptima calidad de vida en los ámbitos personal, familiar, psicoemocional y sexual.
En efecto, la diabetes nos acompañara toda la vida. No obstante, somos quienes escogemos cómo vivirla. Podemos lograr una sociedad sin obesidad, sin diabetes y sin sus complicaciones, pero finalmente la responsabilidad es nuestra.
ohana Aguirre
Docente Enfermería UDLA