Mitsubishi y Suzuki anunciaron su decisión de eliminar en el breve plazo su oferta de vehículos diésel en el Viejo Continente como respuesta a los últimos cambios aprobados por la Unión Europea que hacen más estricto el control de emisiones de estos vehículos y, además, la fuerte caída experimentada en la demanda de estos modelos.
La drástica medida tendrá efecto casi inmediato, ya que mientras Suzuki dijo que sus modelos diésel saldrán a fin de año de su línea europea, Mitsubishi hará lo propio pero de forma parcelada, partiendo en la misma fecha en el Reino Unido y Alemania, para luego extenderse a otras naciones.
Suzuki anunció también que su planta en Hungría dejará de producir a fin de año los vehículos diésel para enfocarse únicamente en los bencineros.
Golpe a la demanda Lejos de lo que se cree, analistas explican que la medida anunciada por los dos gigantes japoneses no significará mayor perjuicio para sus actividades comerciales en el Europa, ya que, por ejemplo, en el caso de Suzuki los vehículos diésel ni siquiera alcanzaron el 10% de las ventas durante 2017.
Algo más complejo es el panorama para Mitsubishi, ya que sus ventas de vehículos diésel coparon el 30% del total de sus productos.
Ambas automotrices afirmaron además que su oferta de modelos diésel se mantendrán en otros mercados, como el indio, donde estos vehículos significan más del 30% del total de sus ventas en esos territorios.
