Sin embargo, Brian Ortiz, de 19 años, murió de una literal, asestada por su novia Rosario, dos años menor que él. La joven terminó de tajo con la vida de quien había sido su pareja durante un año.
Fue la madre de la menor quien entregó los pormenores de la tragedia, en el domicilio ubicado en la calle Garibaldi, al sur de Rosario, nombre que irónicamente también lleva la joven imputada, quien huyó de la casa a eso de las 4 de la madrugada del pasado jueves, cuando clavó el cuchillo en el corazón de su novio.
La madre de Rosario los había escuchado pelear esa misma noche. Ya era recurrente en la pareja. “Habían discutido tres veces en los últimos tiempos”, en declaraciones consignadas por los periódicos locales, entre estos La Capital.
Al calor de la nueva discusión entre Rosario y Brian, la joven intentaba alcanzar un cuchillo para agredirlo. En su defensa, el novio quiso encerrarla en el baño sin éxito. En medio del forcejeo esta clavó el arma cortopunzante en su pareja.
“Yo no pensé que iba a terminar así”, dijo la mamá de Rosario. La mujer encontró al joven tirado en el sillón, agonizando y vio como su hija escapaba de la escena. “Se me murió en los brazos el pibe, pobrecito”.
Rosario y su destino ante la justicia
El dilema de la madre de esta joven argentina, es difícil a simple vista. Tuvo que llamar a las autoridades para reportar los hechos y también a su hija, quien había escapado tras apuñalar a su novio. No por mucho tiempo.
Los efectivos que llegaron al domicilio, solicitaron una ambulancia, según reportó el periódico Rosario3.com, pero cuando la unidad llegó, el joven ya había fallecido producto de la certera herida.
Horas después, Rosario reaparecería. No es que la apresaran en algún lugar de la ciudad. La joven se entregó voluntariamente en un juzgado de menores. Quedó imputada por homicidio a sus 17 años.
Una infancia difícil para ambos
La mujer que le dio la vida a Rosario, prestaba declaración en su domicilio. La escena del crimen que perpetró su hija, aún adolescente.
Según consta en las declaraciones ofrecidas a las autoridades, la mujer colaboró con estas revelando datos de esa madrugada, pero también, otros que dan cuenta de algunas pistas que llevaron a este trágico final para el joven de 19 años.
Por ejemplo, se sabe que este último, vivió y creció en un orfanato, junto a sus hermanos menores, después de la muerte de sus dos padres. No la pasaron nada bien y eso marcó la vida de estos.
Por otra parte, Rosario, según declaró su mamá, nunca se recuperó de un trágico suceso que le ocurrió a los 10 años: tres adolescentes la violaron.
El caso, tiene a la prensa argentina, despertando otro muy similar: el de Nahir Galarza, la joven que mató a su novio de 20 años, asestándole 2 disparos. Recientemente la joven fue sentenciada a cadena perpetua por el crimen.
En Argentina, se comete un femicidio cada 30 horas, según el periódico español El País. Muchas mujeres no denuncian los abusos de los que son víctimas, pero cuando ocurren casos como el de Rosario y Nahir, la atención también se vuelve un férreo debate, entre quienes opinan que no solo el patriarcado mata, sino también, las mujeres envueltas en relaciones tóxicas, contaminadas casi siempre por un pasado difícil para quienes las viven en pareja o las sufren hasta la muerte.
