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Contaminación aumenta riesgos respiratorios

La lluvia y bajas temperaturas de la temporada nos llevan a desear tener los espacios donde nos desenvolvemos a diario calefaccionados todo el tiempo. Es lógico que procuremos combatir el frío y de paso también el contagio de las enfermedades respiratorias, manteniendo una fuente de calor constante en nuestro entorno.

Sin embargo, el uso de las distintas formas de generar calor, puede a su vez provocar complicaciones de salud debido a su producción de agentes contaminantes los cuales aquejan a todos, pero de distinta manera, ya que se deben considerar factores como la edad o la preexistencia de enfermedades crónicas. Esto sumado a que durante las estaciones frías nuestro sistema respiratorio se vuelve más sensible a los agentes virales y bacterianos, debido a los cambios bruscos de temperatura, al aumento de actividades en lugares cerrados y con poca ventilación, y al uso de calefacción poco apropiada, entre otras causas.

En este escenario la polución incrementa los riesgos, sobre todo dentro de los hogares. Las principales fuentes son el uso de la calefacción a leña, especialmente con leña húmeda, la calefacción a carbón o a gas y el humo del cigarrillo.

Mantener los espacios cerrados con aire limpio es fundamental. Se recomienda ventilar al menos 10 minutos una vez al día, evitando las corrientes de aire; encender y apagar estufas y braseros fuera, no fumar adentro de los hogares; barrer o aspirar cuando la casa esté más vacía o hacerlo por habitación.

Si se requiere secar ropa, realizarlo en una pieza distinta a aquella donde estén los niños, tampoco colocar tiestos con agua sobre estufas. Controlar los cambios bruscos de temperatura, manteniéndola estable en la casa, considerar el abrigo como una mejor medida para mantener una buena temperatura corporal, y evitar abrigar excesivamente a los niños cuando estén en lugares muy calefaccionados y cerrados.

Graciela Sanhueza
Enfermería UDLA

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