Esto, como parte de la transformación a mina subterránea, actualmente en curso, que modificará el perfil del personal requerido para la operación. Por año, 2019 será el que sufriría el mayor éxodo de trabajadores, con 419.
Unos 1.700 trabajadores, poco más de un tercio del total de la dotación de la División Chuquicamata de Codelco, cesarán en sus funciones entre este año y 2022. Esa fue una de las noticias que les entregó en los últimos días a los dirigentes sindicales de dicha unidad productiva su gerente general, Mauricio Barraza. Esto, en el marco de una reunión por los requerimientos laborales que la empresa debe aplicar para concretar la transformación de la mina desde una operación a tajo abierto a subterránea.
Así lo detalló el vicepresidente de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), Daniel Díaz Olguín, a los socios del Sindicato N° 5 de la División en un comunicado interno, en el que detalló que Barraza cuantificó en 1.700 personas el número de trabajadores que deben salir de Chuquicamata en el marco de su transformación, iniciativa que de acuerdo con el último cálculo de Codelco, implica cerca de US$5.500 millones de inversión.
Fuentes cercanas a las conversaciones detallaron que del total de trabajadores que deben egresar de la División, 1.500 lo harían por ajustes de nivel de actividad y otros 200 por el incremento de la rotación por renovación de perfil de mercado.
“Se presentó una agenda de trabajo asoladora, dado que nos indican que al año 2022 se reducirá nuestra dotación a casi el 64% (1.700 trabajadores menos), ya sea por cierre de procesos y/o ajustes de nivel de actividades”, dice el documento, en el que se detalla que la información fue comunicada por Barraza el pasado 25 de abril, en el marco de una reunión considerada dentro del Pacto Estratégico de la Corporación firmado en 2015.
Si bien no hubo versión oficial de Codelco, PULSO accedió a un boletín interno de la corporación en que el gerente general de Chuquicamata, Mauricio Barraza, analizó los próximos cambios que habrá en esa división.
Lo anterior, tiene relación con que los requerimientos de trabajadores en una operación subterránea son menores a los que demanda una operación a rajo abierto. A lo que, además, hay que añadir que las remuneraciones también son menores.
Así las cosas y de acuerdo con el cronograma que presentó Barraza a los dirigentes, de concretarse las pretensiones de Codelco, este año deberían salir 99 trabajadores: 26 del área GEL (gerencia de extracción y lixiviación), por un cambio en la configuración del sistema de manejo de materiales y otras 73 del área de refinería, por el rediseño. En 2019, en tanto, deberían egresar 319 personas del área mina rajo; 68 de la fundición; 12 de servicio y suministro; y 17 de la administración, totalizando 416 trabajadores.
Para el 2020, saldrían 379 trabajadores del área mina rajo y otras 92 personas de la fundición. Para que en 2021, egresen otras 364 personas del área mina rajo y otras 278 de ese mismo sector en 2022.
Todo lo anterior, considerando que Chuquicamata Subterranéa necesitará 964 personas en el área rajo y de mantenimiento asociado y que la división, considerando todo el distrito, cuenta hoy con 5.625 personas, de los cuales 4.918 pertenecen al rol B y los 707 al rol a, de supervisores y profesionales.
En el documento dirigido al sindicato 5, se señala además, que conocida la realidad, es necesario desarrollar alternativas de empleabilidad y egresos y que las líneas de acción que se consideran como proyectos futuros son los siguientes: cierre de la mina rajo Chuquicamata; proyecto mina Chuquicamata Subterránea; Fundición de concentrado; concentradora, refinería; y Hospital del cobre.
Lo que viene
La presidenta del sindicato N° 2 de Chuquicamata, Liliana Ugarte, señaló que tras conocerse la postura de la administración, lo que viene ahora es que los trabajadores presenten sus propuestas.
“Cuando Codelco iba a cerrar la mina, hicimos una presentación a Nelson Pizarro (presidente ejecutivo de Codelco) de desarrollo de una fase más de la mina y eso es lo que le ha dado viabilidad a Chuqui hasta hoy, por lo que estamos evaluando otras alternativas”, señaló, añadiendo que una de las cosas que se buscará será una segunda línea de fundición.
Asimismo, detalló que en la reunión del pasado 25 de abril, se decidió reanudar las mesas de diálogo, cosa que podría concretarse esta o la próxima semana, una vez que finalicen las elecciones en el sindicato 3 de Chuquicamata.
“Vemos esto con preocupación, pero también como una oportunidad de incidir. No estamos resignados con las cifras de la administración”, apuntó.
Fuente: Pulso.