La Reforma Educacional y sus alcances son indesmentibles para Chile y para Atacama. Sin duda lo más notable es que hoy más de 257 mil los jóvenes estudian sin pagar, gracias a la Gratuidad en la Educación Superior. Además, tenemos una nueva carrera docente, hemos fortalecido la institucionalidad de la educación parvularia creando cerca de 35 mil nuevos cupos en salas cunas y jardines infantiles, y en el parlamento se discute la ley de nueva educación pública para terminar con la municipalización.
Tenemos una Ley de Inclusión Escolar que pone fin al lucro, al copago y a la selección; y que ha desatado verdaderas campañas del terror de quienes ven tocados sus intereses, especialmente quienes han lucrado con recursos públicos destinados a la educación de nuestros niños, niñas y jóvenes, y por cierto de la derecha que ve con preocupación el restablecimiento de la educación como un derecho social, removiendo uno de los pilares del modelo neoliberal instalado por la dictadura.
Por eso es bueno despejar algunos mitos. La ley no obliga a ningún colegio a cerrar ni a transformarse en particular, como se ha querido instalar por parte de algunos sostenedores que buscan manipular a los apoderados. Tampoco es cierto que aquellos colegios particulares subvencionados que pasan a ser sin fines de lucro se transforman en municipales, pues el sostenedor sigue a la cabeza de su proyecto educativo, recibiendo los mimos recursos o más, si tienen un plan de mejoramiento educativo y son gratuitos, e incluso establece un sistema de garantías para que puedan recuperar las inversiones que han hecho. Y lo que si es cierto, pero se dice poco en este debate, es que las familias gradualmente dejaran de pagar por la educación de sus hijos y será el Estado el que asuma ese costo.
La Reforma y la Ley de Inclusión nos ha permitido también saber quién es quién, mostrando como colegios emblemáticos de Atacama se han comprometido con este proceso, y también ha dejado a la luz pública como otros han fijado como prioridad el lucro, el que ya no será con recursos de todos los chilenos, y eso lo debe tener claro la comunidad.
Hoy la Reforma Educacional y la Gratuidad tienen rostro y representan la concreción de los sueños de miles de familias, siendo parte de la concreción de un Chile Mejor que deja atrás la educación como bien de consumo, que genera igualdad de oportunidades en el acceso, que fortalece la educación pública y que en definitiva termina con un modelo educativo segregador y excluyente.
Jorge Hidalgo, Seremi de Gobierno Atacama
