Los parlamentarios señalan que esto permitiría fomentar el emprendimiento en este creciente sector de la población, aumentando su nivel de empleabilidad.
Detallan que la población económicamente activa de hombres mayores de 65 años es de 51,5%, pero de ellos solo un 4,5% tiene una ocupación remunerada tradicional. En el caso de las mujeres mayores de 60, el 70,1% se declara económicamente activa, pero solo un 3,9% tiene una actividad remunerada tradicional. De las personas efectivamente ocupadas, tanto hombres como mujeres en su mayoría trabajan para su negocio, empresa o actividad por cuenta propia.
En ese sentido, los diputados afirman que “la oferta programática de capacitación y, en particular, de capacitación para el emprendimiento, tiene la importante limitación de establecer rangos etarios máximos”, sin considerar que se está discutiendo el aumento en la edad para jubilar, pero no se está tomando en cuenta la baja empleabilidad de las personas mayores, entre otros puntos, por la escasa escolaridad y formación especializada.