El 29 de Mayo de 1931, bajo la presidencia de Carlos Ibáñez del Campo, nace el Ministerio de Tierras, Bienes Nacionales y Colonización. Desde entonces, nuestra misión ha sido reconocer, administrar y gestionar el patrimonio fiscal, poniéndolo a disposición del desarrollo social, cultural y económico de nuestro país. Y si bien, muchas veces hemos sido blanco de críticas, este 2017, al conmemorarse 86 años del ministerio tenemos más razones que nunca para celebrar.
En marzo pasado fuimos testigos y beneficiarios, como cartera, de la donación de terrenos más grande que se tenga registro de un privado al Estado, luego que Kristine Tompkins firmara el protocolo de donación de 407.625 hectáreas al fisco; las que se sumarán a 949.368 hectáreas de terrenos fiscales que el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet destinará para la consolidación de la Red de Parques de la Patagonia. Del total, cerca de 70 mil hectáreas corresponden a glaciares.
También en nuestra región hemos liderado procesos que cambiarán la vida de miles de compatriotas, como ha sido la entrega de concesiones para el desarrollo de proyectos de energías renovables no convencionales, atrayendo millonarias inversiones que generan plazas laborales en sus etapas de construcción y atraen profesionales a la zona, siguiendo el desafío que este gobierno se ha impuesto de diversificar la matriz energética. Sin olvidar los 535 títulos de dominio entregados por medio de nuestra unidad de regularización a personas naturales y jurídicas.
Pero sin duda, el mayor aporte que hemos hecho en Atacama ha sido el traspaso gratuito de inmuebles al SERVIU para la construcción de viviendas sociales, no sólo pensando en los damnificados de los aluviones del 2015, sino que haciéndonos cargo de una deuda histórica en esta materia con la región. Hasta el 11 de marzo de 2014, la norma indicaba que los terrenos debían venderse, encareciendo el valor final de los proyectos habitacionales. De hecho, la semana pasada, con la presencia de la ministra Nivia Palma firmamos la transferencia de más de 33 hectáreas en el sector Llanos de la Candelaria, Copiapó, que permitirá la construcción de un mega proyecto urbanístico que podrá beneficiar a más de 4000 familias.
Nuestra política es y seguirá siendo la de puertas abiertas y absoluta transparencia de gestión, para aportar al desarrollo integral de la región, con un trabajo sincronizado permanente con otros organismos públicos y poniendo a disposición de la ciudadanía no sólo los espacios físicos necesarios, sino que también todo nuestro equipamiento técnico y nuestras capacidades profesionales y humanas.
